Débil partido de Brasil frente a México. Un simple empate, genera dudas sobre destino del dueño de casa.
La selección anfitriona trató de sorprender a los aztecas, pero al frente encontraron un equipo ordenado y bien plantado, que si bien no presentó gran volumen ofensivo, se las arregló muy bien para incomodar a la defensa local.
Los pupilos de Miguel Herrera hicieron un partido inteligente, uno que sirvió para anular a la gran figura de su rival, Neymar. Es que el delantero del Barcelona nunca superó las marcas que se le presentaron y terminó por desaparecer con el pasar del partido.
Pocos intentos tuvo Brasil y cuando los tuvo el portero Guillermo Ochoa se encargó de mantener el resultado en cero. El meta tuvo al menos cuatro atajadas espléndidas, una de ellas, un balón sacado desde la línea en el primer tiempo.
Pero a la selección anfitriona se le pide más. Si bien le ganó en su debut a Croacia, en ese duelo mostró poco fútbol y hoy el panorama no fue distinto. Le faltaron ideas, sorpresa y también la aparición de alguna de sus grandes figuras.
Quizás en los últimos 20 minutos mostró algo más. Atacó por un lado y otro, pero abusó del centro. No tuvo claridad y eso se notó.
Por su parte, México cumplió con la tarea. Incomodó cuando pudo hacerlo y se refugió cuando el lance lo requería. Un punto valioso para los aztecas y un punto con muchas dudas para los brasileños.
Ambos equipos siguen con las primeras opciones de clasificar a los octavos de final, aunque aún resta esperar lo que pase este miércoles entre Croacia y Camerún. Uno de los dos también se puede meter en la pelea.
Brasil quedó con cuatro puntos (+2) en el Grupo A, mismo puntaje que tiene México (+1), aunque los anfitriones están primeros por diferencia de goles.