Publicado En: Mar, ene 17th, 2017

Conferencia de PARÍS, rechaza ocupación de ISRAEL en territorio PALESTINO

La Conferencia para la Paz en Oriente Próximo celebrada este mes  en París se ha convertido en un llamamiento a la nueva Administración estadounidense de Donald Trump. “Le hemos demostrado la voluntad de la comunidad internacional por la paz en la perspectiva de los dos Estados”, ha explicado el anfitrión de la cumbre, el ministro francés de Exteriores Jean-Marc Ayrault, que ha considerado una provocación el proyecto de trasladar la embajada estadounidense a Jerusalénpor ser “una iniciativa unilateral”. La conferencia ha reunido a 70 países sin las dos partes implicadas -Israel y Palestina- para urgirles a ambas a que se sienten a negociar.

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Chile no quedó fuera de esta gran reunión internacional y fue Edgardo Riveros, el Subsecretario del ministerio de Relaciones Exteriores en representación de nuestro país. Viajó a Francia a expresar el sentir y preocupación chilena por este tema.

A las críticas israelíes a la conferencia de París se ha unido una circunstancia extraordinaria que ha sembrado aún más la incertidumbre sobre la utilidad de la reunión. La Administración de Donald Trump, cuyo mandato comienza el próximo día 20 ha evocado la posibilidad de cambiar su política en la zona. El temor a que un actor tan fundamental se descuelgue del consenso internacional ha rondado en la conferencia. “Confiamos en que, al final, se reconsidere esa idea” [sobre el traslado de la embajada], ha expresado Ayrault. “No está de más recordar que la única solución posible es la creación de dos Estados; recordarlo justo antes de que entre la nueva Administración de Donald Trump”, se insiste en el Ministerio de Exteriores francés.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha criticado duramente la organización de esta reunión en París. “Esta conferencia es la última sacudida del mundo de ayer. Mañana se verá muy diferente y el mañana está muy próximo”, añadió ayer durante la reunión semanal de su Gabinete en una evidente referencia al relevo en la Casa Blanca.

Netanyahu afirmó que la reunión parisina era “inútil” y la calificó, de nuevo, de intento orquestado de “forzar a Israel a aceptar compromisos en contra de sus intereses”. Insistió en que la conferencia solo conseguirá “alejar la paz” ya que esta no puede llegar más que de las negociaciones bilaterales directas entre israelíes y palestinos.

El presidente francés François Hollande le dio ayer la razón. Solo el diálogo entre las dos partes podrá desembocar en un acuerdo de paz, pero defendió su iniciativa internacional: “Pretende ser útil y propiciar el diálogo entre ambas partes”.

Pero Israel rechaza la mediación francesa. Como temía su Gobierno, la reunión internacional de París no solo ha recordado la urgencia de resolver este conflicto con la creación de dos Estados (aunque Francia, paradójicamente, no ha reconocido aún el Estado palestino). También ha pedido que cesen los asentamientos judíos iniciados en 1967. Hoy, 600.000 colonos están establecidos en Cisjordania y Jerusalén Este. Hollande ha insistido sobre este asunto, aunque también ha condenado, como el resto de las 70 delegaciones, el atentado sufrido en Jerusalén el pasado día ocho en el que murieron cuatro militares israelíes y cualquier tipo de violencia. Los reunidos en París han coincidido en que no hacer nada contra la situación es dejar el campo libre a los extremistas.

Ayrault, en nombre de los participantes, cree que la situación es peligrosa y preocupante y que la falta de diálogo está alejando la solución.

Ese diálogo directo se percibe hoy casi imposible. El Gobierno francés quiso reunir en París a Netanyahu y el presidente palestino Mahmud Abbas justo después de la conferencia. El primero rechazó la invitación. Habría sido un broche de oro para esta iniciativa internacional.