Cómo prepararte para el éxito financiero a tus 30 años
Los treinta se tratan de disfrutar tu dinero, pero también de tomar precauciones para el futuro.
En la mayoría de los casos los 30s son el mejor momento de la vida. Lo más probable es que te esté yendo muy bien laboralmente, es probable que ganes más que nunca antes, que tu familia haya crecido, e incluso puede ser que estés viviendo en la casa de tus sueños. Pero con el éxito viene mayores responsabilidades financieras. Es probable que tengas una hipoteca, facturas de tarjetas de crédito y actividades extraescolares de las cuales preocuparte. Todo esto puede hacer que la idea de la seguridad financiera parezca una quimera.
Pero no te desanimes: LearnVest creó una lista de pasos para ayudarte a tomar tus finanzas por las riendas. Aquí te las compartimos.
1. Toma en serio las deuda sin garantías. Las deuda sin garantía, es decir, que no están respaldadas por un activo como una casa, por lo general tienen las tasas de interés más altas y pueden causarte un serio problema a los 30 años. Y esto es por lo general debido al hecho de que muchas personas recurren a las tarjetas de crédito -la forma más común de deuda sin garantía- para ayudar en los gastos de un hogar en crecimiento. ¡Y la mayoría de las cosas que compras con tarjetas de crédito son caprichos, no necesidades! Uno de los métodos más comunes para deshacerte de estas deudas es hacer frente a la deuda de más alto interés primero, sin dejar de pagar el mínimo en tus otras tarjetas y préstamos.
2. Protege tus ingresos. A medida que tu familia crece, también lo hace la necesidad de asegurar tus ingresos en el caso de muerte o discapacidad. Y si eres el tipo de persona que piensa “no me va a pasar”, te equivocas. De acuerdo con el Consejo para la Concientización sobre la Discapacidad, una mujer sana, de 35 años de edad tiene una probabilidad del 24% de quedar discapacitada durante al menos tres meses en algún momento de su carrera, mientras que su contraparte masculina tiene un riesgo de 21%.
Así que si tu empleador ofrece seguro de invalidez, considera tomar ventaja de ello, ya que la compañía probablemente consigue un descuento para la cobertura de grupo. Pero si tienes que conseguir un plan privado, y tienes la necesidad de mantener las primas bajas, considera un seguro que pague beneficios por dos años, el período mínimo normalmente ofrecido por las aseguradoras para las políticas de discapacidad a largo plazo.
El seguro de vida, por su parte, podría ser mejor comprarlo de forma privada, ya que las pólizas basadas en grupos de empleados tienden a ser más limitadas. Toma una póliza que sea lo suficientemente grande como para cubrir su ingreso neto hasta que tu hijo menor cumpla 18 años o hasta que el cónyuge sobreviviente alcance la edad de jubilación.
3. Inicia un ahorro para la universidad de tus hijos. Para el año escolar 2014-2015, la matrícula, cuotas, alojamiento y comida promedio de una Universidad provada superó los $42,000 dólares al año. Ahora imagina lo caro que será cuando tus pequeños están listos para dejar el nido. No tengas miedo de involucrar a los familiares: pequeños regalos mensuales de los abuelos, o el regalo anual de cumpleaños de una tía. El mejor regalo que puedes conseguir para un bebé es tener miembros de la familia contribuyendo a la educación.
4. Agenda conversaciones sobre dinero regulares. Durante el período de luna de miel de una relación, la gestión de las finanzas conjuntas suele ser la última, por no mencionar la menos romántica, cosa en tu mente. Pero una vez que formalizar el compromiso, a menudo puede convertirse en una fuente de fricción: una encuesta de 2014 la revista Money encontró que el 70% de las parejas casadas pelea por el dinero. Debe haber comunicación y transparencia en tu relación, incluso cuando las cosas se vuelven más complejas. Puedes lograr esto mediante la programación de una charla de dinero dos veces al mes para ver pendientes y soluciones.
5. Construye tu ‘Dream Team’ financiero. Pocas personas pueden ir totalmente solos cuando se trata de administrar sus finanzas, especialmente si has tienen doble ingreso. Así que vale la pena juntar a un grupo de profesionales que pueden ayudarte a guiar y crecer tu dinero. Tu equipo puede incluir un planificador financiero, que puede ayudarte a cumplir con metas de dinero a corto y largo plazo; un contador que entiende tu evolución de situación fiscal; y un abogado que puede trabajar contigo en un plan de retiro.