Nicole Cafatti

PSICÓLOGA

Es cada vez más común encontrarnos con cuestionarios que por medio de una puntuación, nos digan que tan bien o que tan mal estamos en nuestras relaciones. Personalmente, más de alguna vez los he leído y he jugado a llenarlos solo para ver que podría salir, con el simple afán de utilizarlos como medio de entretención. Sin embargo, existe un gran número de personas que lo utilizan como medios de conocimiento y lo que es incluso peor, como fuente de información relevante al momento de tomar una decisión.

En una de mis sesiones una paciente comentó “mi sexualidad no está bien, salía clarísimo en el cuestionario” y en ese momento me di cuenta como esos simples 5 pasos pueden arruinar una vida sexual. Era evidente que esa paciente no tenía una vida de pareja adecuada al momento de consultar, pero lo más preocupante no era eso, sino cómo este cuestionario había incidido durante los últimos meses en sus decisiones de pareja, actuando como un modelo a seguir.

Lamentablemente este tipo de comentarios se dan con más frecuencia de la que me gustaría, siendo un fiel reflejo de la falta de información que tenemos en Chile sobre temas tan relevantes como la sexualidad, parejas, etc… generando tal inseguridad en las personas, que al momento de presentar dificultades buscan lo primero que les pueda brindar algún tipo de guía.

El resultado de esto, es un vacío que se hace cada vez más evidente, debido al temor por no encajar o no ser parte de lo que “deberían ser”, generando en algunos casos una actitud evitativa, que llevaría a la pérdida de motivación por el autodescubrimiento. Pensamos que es mejor “encajar en el molde” que someternos a la “humillación” de ser diferentes.

Las expectativas están jugándonos una mala pasada, estamos tan preocupados de conseguir lo que supuestamente es adecuado, que se nos olvida cuestionarnos si eso es lo que realmente deseamos, o incluso, si entendemos lo que nos proponen.

Un 84% de los Chilenos no entiende lo que lee y probablemente este tipo de cuestionarios no se logren comprender de la forma en la que deberían, ya que no nos damos cuenta cómo al lograr influir en nosotros, estamos limitando nuestra real capacidad de conseguir lo que deseamos.

Lo primero que debemos comprender de nuestra intimidad, es que siempre y cuando no dañemos a un tercero y se realice en un contexto donde todas las personas involucradas actúan de forma voluntaria y consciente, una de sus cualidades más relevantes recae en que debemos vivirla sin reglas ni estructuras.

Una de las grandes razones por las que considero tan apasionante el mundo de la sexualidad, es precisamente que no tiene limites. La exposición a la que nos enfrentamos al momento de tener contactos sexuales, es tal, que nos vemos obligados a caer en una de las mejores cualidades del ser humano, la capacidad de ser vulnerables, que nos permite generar empatía y conectarnos no solo con otra persona, sino también con nosotros mismos y esa conexión no tiene barreras.

No perdamos esa cualidad tan especial que tenemos como raza humana, de poder disfrutar una intimidad que nos lleve a conocer cada detalle de nosotros. El orgasmo es el mayor placer que puede alcanzar el hombre, no lo estropeemos con los “debería ser” cuando simplemente “es”.