Columna de Opinión de Cristián Labbé “Las minorías hacen las mayorías”
Cristián Labbé Galilea
Los días posteriores a la primera vuelta electoral podrían haber sido una muy buena oportunidad para que la alta política demostrara sus pericias y sus “mejores juegos”. Con solo dos protagonistas -las dos primeras mayorías simples- tratando de seducir a una retahíla de minorías variopintas, debiéramos haber sido testigos de un extraordinario despliegue estratégico y de una batería de sabios argumentos, destinados a convocar a los dispersos de ambos lados del espectro político.
Por el contrario, lo que hemos visto no es más que una vergonzosa proliferación de arrebatos comunicacionales y “ofertones” que a todas luces resultan burdos, poco espontáneos y escasamente creíbles… ¡En verdad, patético!
En cuanto a las minorías, las de izquierda, con dudosa honestidad, se han dejado querer buscado fórmulas mágicas para mantenerse en la mejor posición posible los próximos cuatro años, y han regateando su apoyo sin animarse (por ahora) a respaldar explícitamente al candidato que lleva las de perder.
En las trincheras del aspirante de la sociedad libre (Chile Vamos) hay un marcado interés por atraer los restos de la DC (hoy defenestrada), ignorando a cambio, con torpe arrogancia, las minorías que debieran serle más cercanas… (“total –es la idea subyacente- no tienen más opción”).
Olvidan los “señores políticos” (con minúscula) que una mayoría es la suma de minorías, que… las minorías son los ingredientes de toda mayoría exitosas, y que gracias a esas minorías es como se logra, la confianza y el respeto de todos. Delicado olvido que demuestra el desinterés por hacer buena Política (con mayúscula)… para ellos lo único significativo es mantener o conquistar el poder, ¡a como dé lugar!
Quien nos advierte de lo anterior es Alexis de Tocqueville (político e historiador francés -siglo XIX- defensor histórico del liberalismo y de la democracia). En sus obras sostiene que una democracia es realmente tal, cuando se protege a las minorías de la tiranía mayoritaria.
En pocos días más habremos elegido a quien nos ha de gobernar los próximos cuatro años, pero la gobernabilidad y la estabilidad no la darán los porcentajes de las elecciones, sino la garantía de que, se presidirá con la mayoría y que se respetarán las minorías…
Quienes votaron por Kast (entre ellos la familia militar) están dispuestos a votar por el candidato del sector, pero para que ello suceda se requieren interlocutores capaces de generar, discretamente, confianza, más que andar haciendo “payasadas comunicacionales”…
Por último, es importante advertir que en una auténtica democracia nadie tiene el derecho de “comerse toda la torta” o creerse “el dueño de la pelota”. Si bien es principio fundamental de la democracia que el gobierno lo ejerza la mayoría, dicho principio se perfecciona con el concepto de “mayoría demarcada”, donde la mayoría, si bien decide, en ningún caso puede decidir… la exclusión de las minorías.