Chile: ejemplo de lucha contra la corrupción
Nunca ha sido sorpresa para nadie el encontrar altos índices o indicadores de corrupción en América. Más específicamente, toda la zona de América del Sur está descrita como una zona donde las leyes de los diferentes países pueden pasarse por alto en muchísimas ocasiones, y los hechos punitivos no se castigan como debieran. No obstante, y como en todos los otros casos siempre hay varias naciones que logran sacar la cara por su continente y destacar sobre el resto de países de la zona.
Naciones como Canadá han sido excelentemente evaluadas por la organización no gubernamental Transparencia Internacional, ubicándose dentro del Top 10 de países menos corruptos, y teniendo grandes niveles de legitimidad si hacemos referencia a sus procesos de trabajo. Otro territorio a destacar es el chileno, un país cuyo índice de corrupción ha logrado mantenerse prácticamente estable a lo largo de los últimos tres años, gracias, en parte, a los buenos trabajos de legislaciones sancionatorias que yacen dentro de los límites territoriales.
Observando un índice de 65,48, recordando que mientras más alejado a 10 es menos corrupto según el índice estadístico, denota al conjunto andino como uno de los ejemplos más gratificante de la zona en cuanto a esta materia se refiere. Con organismos como la Comisión contra la Corrupción, dirigida por Eduardo Rangel, se han consensuado varias reformas dentro de las sanciones a miembros de la Adminstración Pública en proceso de aprobación. Es emocionante pensar que una nación más va encaminada a la transparencia total dentro de su régimen gubernamental, algo que muchas regiones vecinas deberían tomar nota y esperar los mismos resultados. Inclusive, se han aplicado normativas de enseñanza sobre corrupción en materia de educación cívica para todo el territorio, intentando generar una percepción de desagrado y repudio al acto delictivo. Y es que nadie quiere verse entre rejas por hacerle favores a un amigo, familiar o persona de interés, solo por conseguir algún beneficio económico.
Solo es cuestión de tiempo el observar cómo estás nuevas políticas generarán un ambiente de sensatez, eficiencia y productividad de las instituciones, donde no surjan actos desagradables como estos. Por supuesto, existen países como Uruguay, índice de 70, donde la corrupción se ha visto igual de desacelerada por su gobierno que lo visto por su compañero continental, siendo ambos los “niños buenos” a reconocer dentro de este ámbito ambicioso.
Solo basta observar ejemplos como Haití o Venezuela (el país mas corrupto de América Latina), índices de 22 y 18 respectivamente, donde la corrupción se produce en cada esquina del país, siendo ambas naciones clasificadas como 157 y 169 de 180 países registrados en Transparencia Internacional. Sin duda, un dato muy significativo que debe llamar la atención a todos los involucrados para empezar a pensar en las medidas correctas y apaciguar estos actos delictivos.
Si bien el continente tiene mucho trabajo por hacer, quedan en evidencia Uruguay y Chile como ejemplos de países vigentes que continúan su lucha contra este mal reconocido en todo el mundo. Los poderosos irán reduciendo poco a poco estas malas praxis, para que exista una igualdad de derechos con el pueblo llano.
Nota redactada por : Rodrigo Leal Chimeo
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