Este 10 de diciembre se conmemoran diez años del fallecimiento del General Augusto Pinochet Ugarte, ex Presidente de la República y  Comandante en Jefe del Ejército de Chile.

Pinochet, un general que asumió la Comandancia en Jefe, nombrado por el entonces gobernante marxista Salvador Allende, asumió el mando del Ejército, cuando el país vivía una profunda crisis política, económica y social, producto del caos generalizado provocado por la administración socialista con ideología comunista-marxista, de un presidente que gobernó por fuera de la ley, apoyado por la dictadura comunista cubana.

Dicha situación de crisis total, llevó a los Comandantes en Jefe y General director, a asumir el mando del país, y despojar del poder al marxista Allende, quien en un acto de cobardía, se suicidó.

La primera misión que se dispuso la Junta Militar, fue recuperar al país de la crisis y establecer un Estado de Derecho que impere en todo el territorio nacional. Posteriormente a ello, erradicar a grupos paramilitares y guerrilleros que operaban en Chile, armados y formados por Cuba. Tras un ambiente de violencia, enfrentamientos y caídos por ambos lados, finalmente las Fuerzas Armadas y Orden, se impusieron y lograron recuperar el orden institucional del país.

En 1976, Pinochet es nombrado por la Junta como Presidente de la República, para luego ser confirmado por el voto ciudadano, el 11 de Septiembre de 1980, cuando mayoritariamente el país votó a favor de la nueva Constitución de la República, que establecía entre otras cosas, que Pinochet gobernaría hasta el 05 de Octubre de 1988, cuando se debía llamar a plebiscito. El entonces Presidente Pinochet,  gobernó regido por un orden constitucional que respetó al pié de la letra, llamando luego a  Plebiscito. La Junta de Gobierno lo nominó como candidato presidencial, perdiendo el plebiscito con un 42% de los sufragios. El Presidente respetó el resultado, llamó a elecciones libres, las cuales su rival Patricio Aylwin, fue electo como Presidente de la República.

El Presidente Pinochet lideró una transición modelo, la cual fue seguida con atención por el mundo entero. Es así como el 11 de Marzo de 1990, el Presidente entrega el poder ante el  Congreso Nacional, al presidente electo, Patricio Aylwin.

La Constitución establecía que Pinochet permanecería en la Comandancia en Jefe por 8 años, cargo que desempeñó por todo ese período, hasta finales del gobierno del Presidente Frei. Luego, Pinochet asumió como Senador Vitalicio, cargo al que renunció después de su detención ilegal en Londres.

El 10 de Diciembre del 2006, el ex Presidente falleció por una falla multi sistémica, en el Hospital Militar, el mismo día del cumpleaños de su señora, la ex Primera Dama Lucía Hiriart.

Tras el fallecimiento del General Pinochet,  cientos de miles de chilenos salieron a las calles a despedirlo, obligando a la Escuela Militar, abrir sus recintos por cuatro días, para poder recibir a todos los chilenos que acudieron a despedirlo. Otro grupo de izquierda, salió a las calles a celebrar la muerte del ex Presidente, acción que impactó internacionalmente por la frialidad de ese grupo de personas.

Estos 10 años  de Chile sin Pinochet, Chile ha  visto un desgaste institucional, crisis y corrupción política, aumento radical de la delincuencia y, lo más grave, la vuelta silenciosa del Comunismo y sus nefastas influencias en el Gobierno de Bachelet, el cual se puede catalogar como el peor desde el regreso de la democracia en 1990. El Ejército también se ha visto envuelto en una crisis de corrupción, lo cual hoy está siendo investigado por los Tribunales de Justicia. La derecha se ha alejado de la imagen del General y la izquierda ha mantenido su campaña sistemática por desprestigiar y desacreditar las obras de su gobierno, intentando permanentemente santificar al nefasto mandatario Salvador Allende, quien goza de una estatua en la Plaza La Constitución, siendo que su gobierno fue declarado inconstitucional por el mismo Congreso que lo eligió.

La izquierda además ha buscado prohibir por ley, cualquier homenaje público y eliminar cualquier estatua que exista que pueda llevar su nombre. A pesar de que se intente borrar la historia con el codo, la obra del ex gobernante  estará presente en la vida republicana de Chile, a pesar del enjuiciamiento político permanente, que los mismos políticos corruptos pretenden juzgar sin tener la talla moral para dicho acto.

El Gobierno Militar entregó a Chile como un país ordenado, funcionando y en vías de desarrollo. No se pueden negar excesos cometidos en materias de Derechos Humanos, los cuales mancharon una inmensa obra institucional, los que de no haber ocurrido, tal vez, el Gobierno de Pinochet, sería irrefutablemente uno de los mejores en la historia nacional.

Chile sin Pinochet sigue siendo el mismo en muchos aspectos, aunque estancado producto de un gobierno poco eficiente, influenciado por el comunismo y apegado al populismo. Sin embargo, la institucionalidad democrática se mantiene a pesar de los cuestionamientos ciudadanos respecto a la legitimidad del mundo político y la poca independencia del sistema judicial.