La Canciller alemana, Angela Merkel, respaldó el viernes la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo y sugirió que esa política había apoyado los esfuerzos de reforma en países como España y Portugal al evitar que el euro se apreciara demasiado.

Esos comentarios son sumamente inusuales entre los políticos alemanes, especialmente en Merkel, que en el pasado ha remarcado la independencia del BCE cuando ministros de otros gobiernos de la zona euro han pedido al banco central que haga más para respaldar al crecimiento.

Merkel dijo en una conferencia empresarial en Berlín que un euro fortalecido “implica que es más difícil (para países como España y Portugal) cosechar los beneficios de las reformas”.

Reiteró su respeto por la independencia del BCE, pero agregó: “Como mínimo quisiera pedirles que comprendan que los bancos centrales, como el Banco Central Europeo, tienen que pensar qué hacer si la tasa inflacionaria es demasiado baja y asegurarse de que no terminemos en un ciclo deflacionario”.

Sus comentarios hicieron que el euro se depreciara en más de la mitad de un centavo, a menos de 1,12 dólares.

El BCE redujo su tasa de interés referencial a un mínimo récord de 0,05 por ciento, entregó a los bancos liquidez barata a largo plazo y comenzó un programa para comprar cientos de miles de millones de euros en bonos del Gobierno.

El jefe del Bundesbank, Jens Weidmann -que integra el consejo gobernante del BCE-, lideró la oposición este año al plan del BCE para implementar el alivio cuantitativo, o la impresión de dinero para comprar bonos gubernamentales.

El BCE aplicó la medida de igual modo en un intento por apuntalar a la inflación, que había caído por debajo de cero y aún es de sólo un 0,3 por ciento, muy por debajo de la meta del BCE de justo menos de un 2 por ciento a mediano plazo.

Los comentarios de Merkel sugieren que cree que la medida de desplegar el alivio fue justificada, en parte para impedir que el euro se eleve demasiado y mine los esfuerzos de reforma en otros países de la zona euro.

El euro se ha depreciado casi un 20 por ciento frente al dólar desde mayo de 2014 y casi un 10 por ciento desde comienzos de diciembre, cuando se volvió claro que habría un programa de compras de bonos soberanos en Europa continental.

El viernes, la moneda única ya era presionada por la salida del Fondo Monetario Internacional de las negociaciones de deuda con Grecia.

REUTERS