El museo de Anna Frank de Amsterdam decidó asumir una actitud de defensa al cantante de 19 años, Justin Bieber, por la de la ola de críticas que recibió el músico tras haber afirmado, luego de una visita al lugar, que le hubiese gustado tener entre sus fans a la joven judía muerta en un campo de concentración.

“Pensamos que lo que hay que retener, es que un joven de 19 años vino a la Casa de Anna Frank y estuvo ahí durante una hora un viernes por la noche, cuando podría haber hecho otras cosas en Amsterdam”, declaró Maatje Mostart, portavoz del museo, quien añadió que “estaba muy interesado” y “eso es mucho más importante que todo el debate que vemos ahora”.

Bieber, quien estaba de paso por Amsterdam para realizar un concierto en el marco de su gira europea, visitó el viernes por la noche la Casa de Anna Frank, el lugar donde se escondió la joven judía y su familia durante la Segunda Guerra Mundial antes de ser capturada por los nazis.

Anna Frank es célebre mundialmente por haber escrito un diario en el que contó de manera emotiva los dos años que pasó en el centro de Amsterdam escondida en una habitación hoy convertida en museo. La niña finalmente murió a los 15 años en el campo de concentración de Bergen-Belzen, en el norte de Alemania.

Antes de abandonar la Casa, Justin Bieber escribió en el libro de visitas:  ”fue verdaderamente inspirador haber podido venir aquí. Anna fue una chica realmente bien. Con un poco de suerte, habría sido una Belieber”.

Sus dichos encendieron una polémica y le valieron al intérprete de “Never say never” una gran cantidad de críticas, en particular a través de las redes sociales.

La directora del Centro de Información y Documentación sobre Israel, Esther Voet, dijo, por ejemplo, que los comentarios del canadiense eran “algo estúpido y no muy inteligente”.