BMW y su ruta hacia la sustentabilidad
El grupo alemán está apostando no sólo por reducir lo que emiten los vehículos, sino que también las plantas donde se construyen.
La razón, en realidad, es obvia. Ahí BMW ensambla -a través de 1.500 robots- 1.100 vehículos al día de algunas de las versiones de la serie X, en los 5,6 millones de pies cuadrados que tienen sus instalaciones.
Además, la firma está en pleno crecimiento y espera subir desde 300 mil unidades que fabricará este año -monto similar a todo lo que venderá el mercado de automóviles livianos y medianos en Chile este ejercicio- a 450 mil unidades en 2016. El proyecto demandará una inversión estimada en US$ 1.000 millones.
Para el miembro de la junta directiva de la firma, Ian Robertson, la sustentabilidad en realidad no es algo nuevo para la empresa y está arraigada en su estrategia. Robertson estima que esto lo comenzaron a trabajar de manera muy fuerte hace unos diez años.
Según su visión, hacer productos sustentables es un tema valorado y se ha convertido en una suerte de requisito por parte de los clientes.
Para avanzar esto, explica, hubo buenas razones financieras y comerciales. Entre las primeras, se incluye que el precio de la energía y de las materias primas ha crecido y, además, se ha visto escasez de agua y energía en el mundo.
BMW quiere estar a la vanguardia en temas de eficiencia en el uso de los recursos, explicaron ejecutivos de la firma en suelo norteamericano.
En esa línea, han implementado medidas que les han permitido reducir en 40% sus emisiones, en 30% el consumo de agua y 30% en el uso de energía, entre otras cosas.
En energía, la principal innovación viene por el uso de biogas. En 2003 comenzaron un proyecto para transformar el gas sobrante de una planta de residuos de la ciudad, en combustible útil.
Cerca del 50% de las necesidades energéticas de la planta se abastecen con este insumo. Por ejemplo, los montacarga y otros equipos. Pero también parte de la electricidad. Construyeron una generadora que les satisface el 30% de su consumo.
Esto los ha situado, a nivel de empresas, como el cuarto generador de energía limpia en Estados Unidos, tras Walmart, Apple y el Departamento de Energía del gobierno.
También ha reducido el consumo de agua por vehículo desarrollado, en 33,1% desde 2006.
De esta forma, la empresa sigue apostando por un desarrollo que sitúe a la planta de Spartanburg como la más grande de la compañía en 2016 y, quizás, la más verde.