Publicado En: Mie, jun 3rd, 2015

Barcelona y Athetic, no jugarán el próximo año la Copa del Rey. Sanción ejemplificadora ante pifias al himno español y al Rey.

Un Presidente Catalán que con una cobardía, deslealtad  y complicidad total con los infractores que no saben respetar los símbolos de su país ni comportarse como ciudadanos inteligentes, tolerantes y respetuosos, han sido actos que han llevado a las autoridades deportivas españolas, para sancionar al Barcelona y el Athletic, para no jugar la Copa del Rey del 2016.

El Presidente Catalán Artur Mas, se vio en un acto de absoluta complicidad y sonrisa cobarde, promoviendo las pifias contra los himnos de Estaña y contra el Jefe del Estado, estando incluso de pie junto a Su Majestad, el Rey. Un espectáculo de vergüenza que deja a España muy mal parado ante la imagen mundial.  Expertos internacionales señalan que Artur Mas es un destructor de las instituciónes; un obstinado y obsesivo por la figuración pública.  Agregan que este personaje debiera renunciar como gesto de grandeza para la unidad de una nación dividida por inescrupulosos como él.

Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, ha comunicado que “no se puede tolerar, ni puede quedar impune la utilización reiterada de un acto deportivo para ofender a los más altos símbolos del estado”. La Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ha acordado también abrir expediente a las personas físicas, jurídicas y entidades que han promovido, facilitado o dado cobertura a las conductas infractoras.
Se ha hecho un enérgico llamamiento a las autoridades públicas, en clara alusión a Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña, para ser ejemplo de convivencia democrática y respeto a los símbolos de las instituciones. Se refería en este punto a las sonrisas y gestos cómplices del Presidente catalán y a las declaraciones posteriores que restaban importancia a los hechos.
Francisco Martínez, secretario de Estado de Seguridad, y Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, habrían tomado esta decisión en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD).
La Fiscalía General del Estado, por su parte, está evaluando la documentación policial recogida para ver si podría haber consecuencias penales de los hechos acaecidos.

artur mas Cobarde y desleal, monigote. VIVA EL REY

Una pitada promovida desde las instituciones
La Comisión ha considerado de “extrema gravedad” los incidentes acaecidos, y ha lamentado que desde los medios públicos (TV3, Catalunya Ràdio y ETB) los periodistas se muestren complacientes cuando no entusiastas de la pitada. Especialmente hirientes han sido algunos locutores que han llegado a describir la situación entre sonoras carcajadas.
La organización independentista Catalunya Acció, repartió 10.000 silbatos dentro del recinto del Camp Nou para llevar a cabo la pitada al Rey y al himno español. Esta organización goza de cuantiosas subvenciones y es la principal promotora de un manifiesto al que también se han adherido Sobirania i Progrés, organización cofundada por el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y el actor Joel Joan, presidente de la Academia del Cine Catalán.
Catalunya Acció se ha hecho popular por reclamar que el español deje de ser lengua oficial en Cataluña, y por iniciar expedicentes sancionadores a miles de comercios rotulados en castellano en Cataluña.

¿Qué ha cambiado en esta protesta de las anteriores?
El fútbol no es el único deporte en el que se ha silbado mientras es interpretado el himno nacional, no obstante esta ha sido la ocasión que más repercusión está teniendo. Tres han sido las ocasiones en los últimos años en que se han enfrentado en la final de Copa el FC Barcelona y Athletic Club de Bilbao, y en todas ellas ha habido pitada al himno.
La primera ocasión se produjo en la final de 2009 en Mestalla (Valencia). No se retransmitió en directo y cuando se hizo se manipuló el audio para subir el himno y bajar el sonido ambiente.

 

La segunda gran pitada se perpetró tres años después, en 2012, también en un encuentro entre el Barça y el Athletic. El Real Madrid renunció a un millón de euros para evitar que la final se jugara en el estadio Santiago Bernabéu, que es donde ambos equipos finalistas deseaban jugar. Finalmente se disputó en el Vicente Calderón y la pitada subió de decibelios, esta vez con el agravante de jugarse en la capital de España. Presidía el partido Don Felipe de Borbón todavía como Príncipe de Astúrias.
La tercera gran protesta ha sido la del pasado fin de semana. Dado que el Camp Nou es el estadio más grande de Europa (con capacidad para 99.354 espectadores) ha sido la mayor pitada de la historia que se recuerde, rozando los 120 decibelios, similar al ruido producido por un avión despegando. Esta vez sí se ha retransmitido en directo con récord de audicencia y en presencia del ahora sí Rey de España Felipe VI.