Bachelet, durante su explicación del proyecto,dijo que “estamos reivindicando los principios esenciales de la democracia” y planteó que la inciciativa “busca que difundir mensajes odiosos, sembrar la división entre loos miembros de nuestra sociedad, tenga sanción”. En pocas palabras, si alguien está molesto por la presencia en Chile de tanta gente de color, deberá pensar antes de entregar su opinión.

La ley que el Ejecutivo propone al Congreso, castigará a quienes inciten la violencia en contra de las personas por motivos de raza, origen, sexo, orientación sexual, identidad de género y religión. Además, modifica la norma de la Ley de Prensa que sólo multa a los medios que publiquen o transmitan mensajes de odio.

De acuerdo con la Presidenta, el proyecto busca “introducir marcos mínimos de responsabilidad frente a la sociedad, evitando los llamados a la violencia”.

“Así fortalecemos la capacidad de Chile de construir, a través del diálogo democrático y respetuoso, un clima de diversidad” dijo Bachelet.