En medio de las desconfianzas, rechazo y desconfianza ciudadana por los casos de corrupción en la política, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, ahondó en el escándalo del caso Caval, el financiamiento de su campaña y una posible renuncia al cargo, entre otras temáticas, en entrevista publicada en el diario El País, de España.

Tras es el escándalo producido por  su hijo  Sebastián Dávalos y su nuera, Natalia Compagnon, en la dudosa obtención de un millonario crédito para la posterior compra y venta de un terreno en Machalí,  el rumor de una posible renuncia de la Jefa de Estado a su cargo apareció. E incluso, en primera instancia Bachelet no fue tajante sobre el tema, algo que debió negar con mayor fuerza luego.

Al ser consultada sobre dicho episodio que indaga la fiscalía, la Mandataria afirmó que “Ni por ese caso ni por ninguno (voy a renunciar). Porque cuando uno es electo acá es para afrontar la situación”.

“Los bancos no son hogares de beneficencia. Ese banco hizo todo un chequeo técnico y dio el crédito a quien corresponde. La decisión la tomó un comité técnico, pero este tema está en manos de la justicia”, añadió respecto a posibles “gestiones” en favor de Caval.

La Presidenta, además, sobre la “su credibilidad” por el papel de madre y presidenta involucrado, señaló que “uno no es una u otra cosa, uno hace las dos cosas. Madre voy a ser toda mi vida. Presidenta, estoy en mi segundo periodo. Como madre hice lo que tenía que hacer y como presidenta acepté la renuncia de mi hijo (…) Para la gente fue muy fuerte que fuera mi familia. Yo eso lo entiendo, pero quiero decir que he actuado como presidenta, he hecho todo lo que tenía que hacer. Vamos a trabajar para reconstruir confianza pero no por mí, sino por el país. Voy a usar el capital que tenga y espero recuperarlo”.

“No tengo idea”

En medio de las constantes revelaciones de supuestas “irregularidades” incurridas en su campaña presidencial de Bachelet y con el principal objetivo de investigación declarando en la fiscalía (este jueves asiste por segunda vez el autodenominado “operador político” y recaudador de campañas del oficialismo, Giorgio Martelli), la Presidenta afrontó el tema del financiamiento.

“Primero hay que llenar los vacíos legales para impedir que estas cosas poco éticas pero ahora legales puedan volver a pasar. Y fortalecer los organismos fiscalizadores, por ejemplo el servicio electoral, que fiscaliza cuanto se gasta en una campaña. Porque aquí el problema fundamental es el dinero, los negocios y la política. Ya antes de estos casos nosotros mandamos un proyecto de financiamiento público de la política. Si las empresas financian la política, aunque sea de manera legal, ahora lo es, y los candidatos no saben quién les pone el dinero, ellos van al servicio electoral y colocan los recursos”, planteó.

“¿Usted no sabe quién puso dinero en su campaña?”, fue la pregunta a lo que Michelle Bachelet respondió: “No, no tengo idea. Y eso fue el sentido cuando se legisló en 2003. Para evitar caer en un conflicto de intereses. Ningún candidato sabe cuándo hay empresas que lo financian. Pero nosotros decimos que no es suficiente, hay que prohibir que las empresas entreguen aportes”.