Autos del futuro: sin conductor, eléctricos e inteligentes
La tecnología podría hacer que los vehículos de conducción autónoma sean comunes en las ciudades; otra tendencia que se avecina en la próxima década son más servicios de uso compartido de autos.
Eso dependerá en gran medida de en dónde vivas. La infraestructura de transporte, por lo menos en las zonas urbanas, está experimentando una transformación radical.
Los autos eléctricos, los autos que se conducen solos, y los autos para renta en apps, son sólo algunos de los modelos que se avecinan en la tecnología automotriz.
“Hemos entrado a un periodo de grandes cambios”, dijo Lawrence Burns, profesor de Ingeniería de la Universidad de Michigan, y el ex director de investigación y desarrollo de General Motors. “Es similar a lo que vimos a principios de la década de 1900”.
Esto es lo que puedes esperar de tus traslados en una década más o menos a partir de ahora.
En la ciudad
Necesitas un auto, lo llamas en tu smartphone y en cuestión de minutos llega a tu ubicación. Es más como una cápsula con ruedas que un auto. Es más ligero y más eficiente en uso de combustible. Funciona con electricidad. No tiene conductor. Ni siquiera tiene un volante o un pedal de freno. Una computadora te conduce a tu destino; tal vez en un carril exclusivo.
“El futuro del automóvil es eléctrico, y autónomo”, dijo Levi Tillemann, miembro de la New America Foundation y autor de The Great Race: The Global Quest for the Car of the Future.
Con autos cómo este ¿para qué comprar uno?
Si la tecnología de conducción autónoma despega, podría reducir las tasas de propiedad de vehículos hasta en 43%, según un estudio del Instituto de Investigación de Transporte de la Universidad de Michigan.
“Un auto es un objeto en el que gastamos una enorme cantidad de dinero”, dijo Geoff Wardle, director de investigación de movilidad avanzada del Art Center College of Design.
Gran parte de la tecnología ya está aquí. Google tiene un auto de conducción autónoma y predice que será comercial en unos cuantos años. Aplicaciones como Uber permiten llamar un auto desde un teléfono inteligente, y servicios como ZipCar ofrecen renta de autos con tarifas y tiempos que se adaptan a las necesidades del usuario.
La convergencia de todas estas modalidades es sólo cuestión de tiempo, y lo más probable es que ocurra donde hay una población grande para soportar una flota de vehículos errantes. Además, las velocidades más lentas de conducción en la ciudad tienden a facilitar la navegación automatizada. Además, las ciudades generalmente tienen una mayor concentración de personas más jóvenes, más familiarizada con la tecnología, dispuestas a probar nuevos modelos de movilidad.
Este tipo de transporte podría llegar a ser omnipresente en otras zonas con mucha densidad de población, así como en ciudades universitarias o zonas de oficinas.
En los suburbios, podría haber menos tendencia a tener autos compartidos y más propiedad pura y simple, como garajes ofrecen un lugar conveniente para cargar un vehículo eléctrico.
En el campo
Los autos increíbles no llegarán a las zonas rurales, al menos no al principio.
Es difícil recopilar información en tiempo real sobre el tráfico y las condiciones del camino en zonas donde la gente maneja poco. Esto podría complicar el despliegue de vehículos de auto conducción. Y los servicios como el taxi son menos rentables. También hay menos lugares para estaciones de carga de autos eléctricos y mayores distancias entre cada una.
“Todavía tendremos un muy alto porcentaje de vehículos con combustibles convencionales”, dijo Ginger Goodin, directora del Transportation Policy Research Center del Transportation Institute de la universidad Texas A&M.
Pero eso no quiere decir que no habrá ningún avance.
Los materiales más ligeros y las mejoras en la tecnología de motores significan que incluso los vehículos de gasolina y diésel serán más eficientes en combustible. Y las estaciones de servicio de gas natural podrían ser más frecuentes en las zonas rurales.
Las personas que viven en el país y se desplazan hacia la ciudad podrían utilizar una combinación de estas tecnologías.
La propia Goodin recientemente se convirtió en miembro de Car2go, un nuevo servicio para compartir auto, a cargo de Daimler, el fabricante de Mercedes Benz.
Ella conduce su auto desde su casa en las afueras de Austin hasta un estacionamiento, luego toma el transporte público a la ciudad. Si ella necesita un auto mientras está en el trabajo utiliza un auto Car2go Smart.
“Estaba cansada de los traslados”, dijo. “Estoy mucho más relajada ahora cuando llego a casa”.
Fuente: CNN Expansión