El diario oficialista sirio Al-Akhbar recoge este lunes unas polémicas declaraciones de Bashar Asad que traerán cola en los próximos días. Interpelado directamente a cuenta del último Premio Nobel de la Paz, dado a conocer el pasado viernes en Oslo, y que ha recaído en la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), organismo encargado actualmente del desmantelamiento del arsenal Sirio, el presidente  no bromeó diciendo: “Debería haber sido para mí”.

Al-Akhbar, citando de nuevo al mandatario, señala que fue el propio Asad quien propuso en el año 2003 que todos los países de Oriente Próximo sin excepción se adhiriesen a la Convención sobre Armas Químicas (CAQ) de 1997.

Por otra parte, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ha reiterado hoy que es “urgente” que se fije una fecha definitiva para la celebración de la Conferencia de Paz sobre Siria, conocida por todos como Ginebra II.

Tras entrevistarse en Londres con el enviado especial de la ONU a la zona, Lakhdar Brahimi, el jefe de la diplomacia estadounidense ha señalado la imperiosa necesidad del cambio: “El presidente Asad ha perdido la legitimidad necesaria para ser una fuerza que pueda unir a la gente […]; tiene que crearse un Gobierno de transición, tiene que haber una nueva entidad de Gobierno en Siria”.

Mientras, Rusia ha instado a la administración de Obama a que haga todo lo que esté en su mano para persuadir a la oposición siria de que participe en dichas conversaciones de paz, después de que el Consejo Nacional Sirio (CNS) –liderado por el cristiano Georges Sabra– descartase en el día de ayer presentarse a la reunión de Alto Nivel prevista para noviembre. La anterior y primera Conferencia de Ginebra tuvo lugar en junio de 2012.

Naciones Unidas y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) mantienen una misión abierta por todo el país, contando con 60 expertos más otros tantos equipos de investigadores. De aquí a junio de 2014 tienen como cometido acabar con las 1.000 toneladas de gas sarín, mostaza y agente XV que, supuestamente, se encuentran en manos de Siria.