Artur Mas, realizó consulta independentista ilegal, con el objeto de dividir a España
De forma inesperada ha comparecido un triunfalista Artur Mas acompañado de su vicepresidenta, Joana Ortega quien, a lo largo de la noche, ofrecerá los datos de participación así como resultados provisionales, en contra de lo que habían anunciado de que los resultados se darían a partir de mañana.
Dejándose llevar quizás por un triunfalismo exagerado, el presidente de la Generalitat ha calificado que, «con más de 2 millones de personas» participando en su farsa del 9-N, la jornada se puede «considerar un éxito total» que ha dado una «lección de democracia con mayúsculas» al estado español en una cita que ha servido para demostrar que «Cataluña quiere gobernarse ella misma». Todo sin haber hecho empezado el escrutinio de las papeletas y sin un censo oficial.
El incongruente mensaje «cuando vamos juntos avanzamos y mejor» es el mensaje que ha recalcado como el más importante para los próximos días.
Así mismo, el presidente catalán se ha atrevido a lanzar «dos mensajes al estado español»: uno que «Cataluña ha dejado claro que quiere gobernarse a sí misma», lo que considera «compatible con una Europa más fuerte y unida» y otro por el cual son suficientemente «adultos» como para decidir su futuro político.