Arenas, el despilfarrador. Las investigaciones inconclusas del mal manejo de fondos públicos del ministro Arenas.
Diversas noticias que recopilan las conductas del Ministro de Hacienda, que demuestran su poca seriedad al momento de manejar fondos públicos. Lo de mayor gravedad es la falta de seriedad de la Presidente de la República de nombrar en el cargo a una persona de muy dudosa conducta anterior. Además se recuerda que el ministro eliminó de su curriculum su paso por EFE, empresa que produjo un desfalco multimillonario al Estado. Conductas como alojamiento en hotel cinco estrellas pagado por el Fisco, fiesta de aniversario con discordancia en el número de invitados, regalos de arreglos florales inadecuados y anómalos usos de radiotaxis, son parte de los peros que levantó Contraloría tras revisar el uso de platas de la Dirección de Presupuestos (DIPRES) durante 2008 —a cargo, en ese entonces, de Alberto Arenas— y que llevaron al ente fiscalizador a abrir juicio de cuentas para resarcir al Estado los gastos incorrectos.
“Examinar el correcto uso de los recursos” y “el acatamiento de la normativa legal y reglamentaria” fueron el objetivo que tuvo el ente fiscalizador al poner sus ojos sobre las compras de bienes y servicios de consumo y de activos no financieros por casi $1,5 mil millones en 2008 de esta repartición, que es, precisamente, la que monitorea el buen uso de los dineros públicos y que, además, se respeten las normas que establece el clasificador presupuestario.
Pero ya al partir, Contraloría se encontró con un problema: “gran parte de la documentación solicitada no fue entregada oportunamente debido a que, según lo informado por el jefe de la División de Gestión Interna, ésta se encontraba extraviada, motivo por el cual la Dipres efectuó una denuncia a la Policía de Investigaciones”. Luego, los documentos aparecieron, aunque sólo en parte: el resto se reconstruyó con fotocopias legalizadas de facturas y rendiciones.
Al entrar al detalle de los gastos, se encontró con diversas situaciones que cuestionó el fiscalizador. Detectó, por ejemplo, que se pagó el arriendo de doce estacionamientos a funcionarios de la repartición, más allá del que requerían los autos fiscales. Los $9,5 millones desembolsados por este concepto “no se ajustan a la legalidad vigente”.
Pero, además, cuestionó que los $9,2 millones gastados en la comida de aniversario de la repartición consideraran a 288 asistentes, pero sólo se incluyó una lista de 229 invitados, y reparó en los ramos de flores regalados a las mujeres de la repartición —para el Día de la Mujer y el de la Secretaria—, “lo que no corresponde a gastos de representación” y “no guardan relación con los objetivos y fines institucionales”.
En otro punto donde se detuvo la fiscalización de Contraloría fue en los $381.276 que costó el alojamiento del director de la entidad, Alberto Arenas, en el Hotel Sheraton Miramar en dos días de noviembre de 2008.
No hubo resolución previa que autorizara el pago y, luego, se hace presente que es Arenas quien pidió el reembolso. El fiscalizador concluye: “corresponde objetar el reembolso por el gasto de alojamiento, por cuanto lo que procedió legalmente fue pago por viáticos al director del Servicio”.
La Contraloría detectó que se desembolsaron $23 millones en radiotaxis durante 2008 para personal de la entidad, cuyo respaldo incompleto impedía conocer horarios, destinos e incluso enmendaduras que mostraban mal uso. Se descubrió que hubo funcionarios que, tras la fiesta de la repartición, tomaron este servicio de cargo público para ir a sus domicilios, pese a que “corresponden a gastos personales y voluntario.