APLASTANTE TRIUNFO ALEMÁN. Brasil perdió 7-1 en su propia casa.
El 08 de julio del 2014 quedará grabado en la historia del fútbol. Los almanaques y las enciclopedias dirán que ese día se escribió la mayor goleada en una semifinal de un Mundial. Y no sólo eso, la humillación la sufrió el local y nada más que el gran favorito para quedarse con el torneo: El pentacampeón, Brasil.
Claro, este día quedará entre las grandes leyendas del deporte rey. Alemania se dio un baile a toda orquesta y goleó 7-1 al Scratch, que quizás recordará este día tal como aquel 16 de julio de 1950, el recordado Maracanazo, a ese nivel.
Y es que Brasil fue un fantasma, un equipo que vio pasar una aplanadora por encima y no lo dejó levantarse más. El público comenzó a irse del estadio concluido el primer tiempo y la mayoría con lágrimas en sus ojos. Y es que este Mundial lo habían armado para ganarlo y se quedaron en semifinales, más humillados que nunca.
Había comenzado bien el equipo de Scolari. Aprovechaba las bandas, iba hacia el arco de Neur, aunque con más ímpetu que buen fútbol. Pero siempre con un negativo examen de sus delanteros. Es que esa ofensiva sin Neymar no es nada.
Alemania aguantó los primeros minutos y comenzó a salir con efectividad, aprovechando sobre todo las espaldas de Marcelo, con un Muller que se cargó a la banda derecha de su ataque.
Y fue el propiodelantero germano el que comenzó el baile. A los 10′, tras un lanzamiento de esquina, agarró un balón solo en el segundo palo y a cobrar.
No alcanzó a reaccionar Brasil y vino una ametralladora. A los 22′ Miroslav Klose, a los 24′ y 25′ Toni Kroos y a los 29′ Sami Khedira dejaban 5-0 arriba a los europeos, todo en 19 minutos, contando desde se anotó el primer tanto.
Estaba para cerrar la puerta e irse, pero Alemania fue por más y no se cansó para terminar en una humillación mundial. André Schurrle a los 69′ y 79′ terminó por pegarle la última “palada” a un Brasil desencajado que lo único que quería era que se terminaran los 90 minutos de mayor sufrimiento.
El público comenzó a gritar “ole”. Los hinchas humillaban aún más a su selección que se queda dolido y con la esperanza que le queda sólo pelear por el tercer cupo.
Tras esto buscó el tanto del honor el local y le llegó cuando el partido se iba. Oscar marcó el único tanto de un equipo que ya no le daba ni para levantar las manos.
Al otro lado Alemania que tras 24 años va por su tetracampeonato en copas del mundo. Y vaya de que forma. Ahora espera a Argentina u Holanda en la final.