Adiós Bachelet, el gobierno que dañó la institucionalidad, la credibilidad; Adiós a tanto impuesto y corrupción. Adiós al gobierno populista de los “bonos” y de reformas socialistas rechazadas por los chilenos
Se va Bachelet, una gobernante cuestionada por los negociados de su familia, cargada de revanchismo y compromisos con ideologías marxistas. Una gobernante que homenajeó a asesinos comunistas a nombre de todos los chilenos; una gobernante que llenó su Gobierno del odio comunista y que no supo organizar un mandato eficiente. Adiós a una presidenta que se enteraba por la prensa y anunciaba por la prensa, aunque lo negara. Una presidenta que endeudó como nunca a nuestro país y que acostumbró a los chilenos a que todo se soluciona con un bono. Bachelet, la presidenta tipica socialista que cree que subiendo impuestos y creando odios de clases, lograría un apoyo ciudadano, pero las encuestas jamás la acompañaron y pasará a la historia como una gobernante mal evaluada e ineficiente. Bachelet, la doctora que no es doctora; la presidenta que aseguran que alguna vez fue llamada “comandante claudia” cuya madre aseguró que la Alemania comunista, era una gran democracia y que jamás se asesinó a nadie, olvidando que su dictador era buscado internacionalmente por crimenes de lesa humanidad y que murió en Chile sin jamás haber sido procesado, además de haber estado protegido por la izaquierda nacional.
Se termina el gobierno de la mediocridad, de las mentiras, donde el hijo de la mandataria y su nuera se rieron de todo el país. El gobierno de Bachelet, que nombró al fiscal que no metió preso a su hijo, como notario de por vida, justo antes de dejar el poder. Una vergüenza señora Bachelet. Ojalá ni se le ocurra seguir interviniendo en política y permita al país retomar el camino de crecimiento que usted intentó destruir. Adiós a su gobierno que introdujo cientos de mieles de inmigrantes sin que el país estpe prepadado para recibir esa cantidad de gente, que entraron como turistas engañando a policía internacional de la PDI, para luego llenar las calles de vendedores ambulantes, además de colapsar los centros de salud. Inmigrantes que viven en condiciones infrahumanas sin que nadie haga nada. Simplemente una invasión silenciosa de la que usted tenía perfecto conocimiento y haciendo todo a espalda de los chilenos.
Se va Bachelet señoras y señores y Chile debería construir una nueva historia donde el país se vuelva a ganar el respeto internacionalmente y donde el país vuelva a ser atractivo para la inversión extranjera, luego que las “reformas de la señora Bachelet”, se encargaran de generar un clima nacional e internacional de absoluta desconfianza.