Publicado En: Dom, ago 31st, 2014

Al fin descubren la forma de hacer crecer los dientes definitivos.

Los mellados jugadores de hockey y los amantes del azúcar pronto podrán regocijarse ya que unos científicos canadienses afirman haber creado el primer dispositivo para el recrecimiento de dientes y huesos.

Investigadores de la Universidad de Alberta en Edmonton, solicitaron la patente a principios del pasado mes de junio en el registro de los Estados Unidos para su herramienta basada en la tecnología de pulsos de ultrasonidos de baja densidad, después de probarla en una docena de pacientes dentales en Canadá.

“Ahora mismo, pensamos emplearlo para fijar dientes fracturados o enfermos, y también para corregir mandíbulas asimétricas, pero también podría ayudar a los jugadores de hockey o a los niños que se han partido los dientes“, dijo Chen, profesor de ingeniería y experto en el diseño de nano-circuitos.

Chen colaboró en la creación de la diminuta máquina de ultrasonidos, que masajea las encías y estimula el crecimiento del diente desde la raíz una vez que se instala en la boca del paciente, montada sobre una ortodoncia o sobre una corona plástica extraíble.

El dispositivo inalámbrico, más pequeño que un guisante, debe emplearse unos 20 minutos al día durante cuatro meses para estimular el crecimiento, informó Chen.

También puede estimular el crecimiento de la mandíbula para enderezar la sonrisa torcida de un paciente, y podría finalmente permitir que las personas fueran más altas estimulando el crecimiento de los huesos, afirmó Chen.

Tarek El-Bialy, un nuevo miembro de la facultad odontológica de la universidad, inició las pruebas empleando el tratamiento con pulsos de ultrasonido de baja densidad para reparar tejido dental en conejos, a finales de la década de 1990.

Su investigación fue publicada en el American Journal of Orthodontics and Dentofacial Orthopedics (Revista americana para ortodentistas y ortopédicos dentofaciales) y más tarde se presentó en septiembre del 2005 ante la Federación Mundial de Ortodentistas, en París.

Con la ayuda de Chen y de Ying Tsui, otro profesor de ingeniería, el dispositivo, en un principio muy grande, fue miniaturizado hasta hacerlo caber en la boca de una persona.
Aún está en fase de prototipo, pero el trío espera poder comercializarlo dentro de dos años, comentó Chen.

Chen señaló que la versión más grande, ya había recibido la aprobación de los cuerpos reguladores de Estados Unidos y Canadá.

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