Vuelve Temprano lideró rating con capítulo final y TVN anuncia acciones legales por filtraciones del final en twitter
El suicidio del comisario Antonio (Francisco Melo) y la confesión de todos los pecados de Santiago Goycolea (Francisco Reyes), marcaron el final de “Vuelve Temprano”, producción que en su último capítulo lideró la sintonía con 27,4 puntos y logró lo que hasta hoy parecía imposible: vencer al fenómeno turco de Mega, “Las mil y una noches”, que en el mismo bloque horario promedió 24,6 unidades.
La historia que durante ocho meses mantuvo a miles de televidentes preguntándose quién estaba detrás de la muerte del joven y quién comandaba la red de prostitución infantil se despidió aclarando por fin todas las incógnitas.
La teleserie comenzó con el esperado reencuentro entre Clara (Amparo Noguera) y Santiago, quien primero reclamó inocencia, pero luego no tuvo problemas en explicarle a su esposa por qué mantenía relaciones sexuales con menores de edad.
“Cuando me acostaba con esas niñas sentía que volvía a vivir nuevamente. Era un milagro de esperanza”, dijo el personaje interpretado por Reyes al de Noguera, tratando de justificar su pedofilia.
El abogado reconoció que su hijo lo había pillado “con las manos en la masa” y afirmó que el problema fue que “no entendió” sus motivos.
“Yo podría haberle explicado todo, pero él se fue, se drogó, amenazó a Hans (Santiago Tupper) y yo llegué tarde”, señaló, añadiendo que cuando lo encontró al borde del barranco “estaba agonizando, estaba completamente inconsciente, no me vio”.
Tratando siempre de justificar lo injustificable, el rol de Francisco Reyes le contó a su mujer las razones por las que terminó con la vida de su hijo y le contó con detalle cómo fue que el cuerpo del joven acabó al fondo de un barranco.
“Perdóname Nacho, perdóname hijo…lo hago por ti, por nosotros, por la familia”, le dijo Santiago Goycolea a Ignacio antes de empujar su auto por el barranco, con él adentro.
“Yo no soy un asesino, yo solamente lo liberé. Ahora Nacho está tranquilo”, afirmó el abogado, ante la mirada atónita de la mujer que tanto decía amar.
Mientras se despejaban todas las dudas sobre la muerte de Ignacio, el comisario Antonio le pidió a Carvacho (Matías Oviedo) que lo matara porque no era capaz de ir a la cárcel. El detective se negó, pero le entregó su arma de servicio a su ex jefe para que él mismo definiera su destino.
“Fue un honor trabajar contigo”, le dijo el rol de Melo al joven policía, quien se dirigió entonces a arrestar a Santiago.
“¡Eres un asesino, eres un degenerado… quiero que te pudras en la cárcel!”, fueron las últimas palabras de Clara a Santiago justo cuando la policía arribaba al lugar y se lo llevaba esposado, sellando así la trágica historia de la familia Goycolea.