El Gobierno de Chile condena enérgicamente el ataque militar israelí que tuvo lugar ayer, domingo 3 de agosto, en las afueras de una escuela gestionada por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) que servía de refugio a más de tres mil civiles y que provocó la muerte de al menos 10 de ellos. Chile se une a la condena del Secretario General de Naciones Unidas ante este hecho y le expresa su solidaridad, que hace extensiva al Gobierno y pueblo de Palestina.
Chile subraya con consternación el hecho de que las coordenadas de dicha escuela y la circunstancia de estar sirviendo de refugio a civiles habían sido informadas al Ministerio de Defensa de Israel en numerosas oportunidades, precisamente para prevenir cualquier ataque.
La sospecha que militantes de Hamas se encontraban en las proximidades, de ninguna manera puede justificar jurídicamente acciones militares que ponen en peligro a miles de civiles.
Este ataque -el séptimo que afecta a una escuela puesta bajo bandera de Naciones Unidas para servir de refugio a civiles- es una nueva y grave violación del Derecho Internacional Humanitario, como también de la protección debida a instalaciones de Naciones Unidas y al personal de la Organización.
Por las circunstancias señaladas, los ataques contra civiles podrían constituir crímenes de guerra, lo cual debe ser investigado y los culpables llevados a la justicia.
Chile señala una vez más y con la mayor firmeza que Israel tiene la obligación jurídica y moral de ajustar sus acciones militares al Derecho Internacional Humanitario, que consagra el principio de distinción entre civiles y combatientes, como también el de proporcionalidad en el uso de la fuerza, que condiciona y limita la legítima defensa.
La violación del cese al fuego, ocurrida el 1 de agosto, está teniendo trágicas consecuencias para los civiles palestinos, víctimas no sólo de la violencia indiscriminada, sino también de los obstáculos para la distribución de ayuda humanitaria, en particular alimentos y medicinas.
Chile llama a terminar con esta locura colectiva que ha provocado la muerte de miles de civiles, incluyendo mujeres y niños, y a iniciar a la brevedad conversaciones de paz, basadas en la propuesta presentada por Egipto.
El conflicto entre Israel y Palestina sólo se resolverá a través de negociaciones de paz serias y de buena fe entre las partes, idealmente con el apoyo del Cuarteto. Dichas negociaciones debieran conducir a la consolidación del Estado de Palestina, coexistiendo en paz y seguridad junto a Israel, sobre la base de las Resoluciones pertinentes de Naciones Unidas.