Papa Francisco rezó su primer Angelus en plaza de San Pedro. Piñera estuvo presente entre multitud
El Papa Francisco salió hoy a la ventana de su estudio en el palacio apostólico, para rezar el primer Ángelus de su Pontificado frente a unas 300 mil personas -según datos del Ayuntamiento de Roma- reunidas desde primera hora de la mañana en la plaza San Pedro, y que lo recibieron con una ovación e interminable aplauso.
Vestido con sotana blanca y una cruz de hierro colgada en el cuello, Francisco saludó con la mano y una gran sonrisa a los miles de fieles, en una prueba más de su popularidad desde que la semana pasada se convirtió en el primer Papa latinoamericano de la historia.
Los presentes, entre ellos miles de niños, ondeaban banderas de diversos países, algunas argentinas, su nación de origen, y de otras naciones latinoamericanas, así como del Vaticano.
“Hermanas y hermanos, buenos días”, fueron las primeras palabras del Pontífice. “Para nosotros cristianos, es importante encontrarnos todos los domingos, saludarnos, hablarnos en una plaza que, gracias a los medios de comunicación, tiene las dimensiones del mundo”, continuó.
En su alocución Francisco recordó un episodio que vivió en 1992, cuando fue llevada la Virgen de Fátima a Buenos Aires. Él se encontraba confesando cuando se le acercó una anciana de más de 80 años, a quien él le dijo: “Abuela, pero si usted no tiene pecados”. Ella le respondió: “Todos tenemos pecados”.
Él le replicó: ¿Y si el Señor entonces no se los perdona?”. “El Señor perdona a todos, si el señor no perdonase todo el mundo no existiría”, le contestó la anciana, lo que le dejó admirado.
“No olvidemos esta frase”, sostuvo el Papa. “Dios perdona siempre y tiene misericordia para todos”, agregó, e insistió: Dios “nunca se cansa de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedirle perdón”.
“Saludo cordialmente a todos los peregrinos y les doy las gracias por su acogida”, dijo Francisco, tras lo cual recibió una nueva ovación.