Kiev abre un corredor humanitario para facilitar la salida de civiles del este del país
El conflicto en Ucrania ha dejado más de 10.000 desplazados internos, según la ONU.
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ha ordenado este martesabrir un corredor humanitario para permitir que la población civil de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk —al este del país— pueda abandonar las zonas donde los ataques militares entre insurgentes prorrusos y fuerzas del Gobierno ocurre casi a diario. Desde la anexión por parte de Rusia de la península de Crimea el pasado 16 de abril, más de 10.000 civiles se han visto obligados a dejar sus casas en Ucrania, según la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), aunque el número de personas afectadas [por la violencia] podría ser más alto.
Poroshenko encargó al Gobierno organizar el traslado de la población, garantizar la atención médica y desplegar puntos de reparto de alimentos en las zonas de la operación militar
Los mayores desafíos para aquellos que huyen de los combates —añade Adrian Edwards, portavoz de ACNURen Ginebra (Suiza)— son el acceso a servicios sociales, a la documentación necesaria para asentarse en otro lugar y el acceso a una vivienda permanente.
“A fin de no permitir nuevas víctimas, el presidente de Ucrania ha encargado a las autoridades crear todas las condiciones necesarias para los civiles que quieran abandonar los lugares de combate”, señala un comunicado de la Presidencia que no da más detalles de este iniciativa. “Las autoridades ucranias no han solicitado ningún tipo de asistencia internacional”, declara por teléfono Jens Laerke, miembro de ACNUR encargado de la zona y or tanto “por el momento no hay nada que valorar”, sentencia. El ministro de exteriores ucranio, Serguei Lavrov, ha recibido la noticia de manera positiva aunque ha criticado que “en algunos lugares se está produciendo un incremento de operaciones militares”.
Poroshenko, investido presidente de Ucrania el pasado sábado, encargó al Gobierno organizar el traslado de la población, garantizar la atención médica y desplegar puntos de reparto de alimentos en las zonas de la operación militar. Esta iniciativa responde a una de las demandas que ya hizo Moscú para “ayudar a combartir los ataques tanto aéreos como con tanques en zonas altamente pobladas del este del país”, según Reuters.
ACNUR, junto con otras autoridades locales y otras ONG, ha puesto paralelamente en marcha un programa de ayudas para “aquellos más afectados”. La Agencia denuncia que un tercio de los desplazados internos son niños. “Las personas tienen miedo de ser perseguidas por razones étnicas o de creencias religiosas”.
Mientras, y a pesar de las recientes palabras del presidente sobre la necesidad de “declarar un alto el fuego esta misma semana”, los combates continúan en las localidades de Slaviansk, Kramatorsk, Krasni Limán, bastiones de las milicias prorrusas contra el Gobierno de Kiev en la autoproclamada República Popular de Donetsk. Según medios locales cecanos a Kiev, 40 milicianos prorrusos murieron durante la madrugada del martes en un ataque fallido a un puesto de la Guardia Nacional de Ucrania cerca del aeropuerto de Kramatorsk, según Vladyslav Seleznyov, uno de los portavoces del bando ucranio. Las milicias prorrusas, sin embargo, han confirmado tres bajas en sus filas y añadieron que en Slaviánsk habían muerto “varios” ciudadanos desarmados durante las últimas horas.
El plan de paz ucranio
El plan de paz para las dos regiones rebeldes, anunciado por el presidente ucranio durante su investidura, contempla:
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El estatus regional para la lengua rusa.
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Mayores competencias para las regiones.
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Una amnistía para aquellos milicianos que no hayan cometido delitos de sangre.
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Descarta, sin embargo, que el país sea federal y la negociación con los líderes separatistas y su entorno, a los que Kiev califica como terroristas y criminales.
El propio Poroshenko ha liderado en los últimos dos días varias reuniones del grupo de contacto para el plan de paz para Donetsk y Lugansk, integrado además por la emisaria de la Organización para la Seguridad y la Cooperación Europea (OSCE) en Ucrania, la suiza Haidi Tagliavini, el embajador ruso en Kiev, Serguéi Zurábov, y el embajador ucranio en Alemania, Pavel Klimkin.
El grupo fue acordado el viernes durante la conmemoración de los 70 años del desembarco de Normandía (Francia) por Poroshenko y Vladímir Putin, quién ha ordenado reforzar la vigilancia de la frontera entre ambos países para evitar incursiones ilegales desde Rusia.