El Gobierno de Kiev y sus aliados occidentales calificaron el referendo de fraudulento y violatorio del derecho internacional

Insurgentes prorrusos en la región de Donetsk, al este de Ucrania, declararon un Estado independiente y pidieron unirse a Rusia, luego de que los organizadores del referendo realizado el domingo informaran que 90% de los votantes apoyaron la soberanía para esa zona.

El gobierno central en Kiev y las potencias occidentales criticaron duramente la votación extraoficial en las regiones de Donetsk y Luhansk, con un total de 6,5 millones de habitantes. Afirmaron que la convocatoria se realizó de forma apurada, fraudulenta y violatoria del derecho internacional.

Kiev y Occidente acusan a Moscú de fomentar el malestar en el este de Ucrania para tratar de apoderarse de nuevos territorios, después de la anexión de Crimea en marzo. El Kremlin, que ha rechazado tales acusaciones, dijo ayer que Rusia no tiene intenciones de anexarse las regiones de Donetsk y Luhansk.

La oficina del presidente Vladimir Putin exhortó al gobierno central de Ucrania a iniciar un diálogo con representantes de las regiones del este del país, con la posible mediación de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa.

Esta posición, que contrasta con la rápida anexión de Crimea por Rusia luego de un referendo separatista, parece reflejar la esperanza de Putin de negociar una solución a lo que ha resultado ser la crisis más grave entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría.

Los insurgentes aseguraron que participó más de 70% de la población, pero a falta de observadores internacionales en el terreno, resultó imposible confirmarlo. La participación fue alta en algunos centros de votación visitados por periodistas de AP.

La mayoría de los adversarios de la soberanía probablemente se abstuvieron de votar para no llamar la atención, pero no hubo indicios evidentes de intimidación por parte de las fuerzas prorrusas.