Ernesto Silva entró de lleno en el debate en torno a la reforma tributaria, al asumir como el nuevo presidente de la UDI. El dirigente rechazó declaraciones planteadas por el vocero de Gobierno, Álvaro Elizalde, quien afirmó que el gremialismo se estaba “quedando solo” en la oposición al proyecto.

“Parece que el Gobierno y los ministros están tratando de construir un país de adversarios”, contestó el timonel de la Unión Demócrata Independiente, luego de ser proclamado como nuevo timonel de la colectividad opositora.

“Nos dicen que estamos solos” al cuestionar la reforma, añadió. “Pero estamos cada vez más cerca de la gente”, enfatizó.

Silva salió así al paso de la ofensiva “en terreno” lanzada por el Ejecutivo, que envió a los integrantes del gabinete a distintos puntos del país con el fin de difundir la reforma tributaria.

Parlamentarios de la UDI han recalcado en las últimas semanas que la proposición gubernamental puede amenazar el futuro económico del país, sobre todo si se observan los actuales síntomas de desaceleración.

Del mismo modo, dudan que la cifra que el Gobierno espera recaudar con la reforma, unos US$ 8.500 millones (alrededor de tres puntos del PIB) pueda ser realmente alcanzada, tal como ha sido diseñado el proyecto entregado por la administración de Michelle Bachelet.