Fuerte movilización de material de guerra, tanques y buques en frontera de Chile con Perú
Material bélico pesado se comienza a movilizar por parte de las Fuerzas Armadas de Chile como de Perú. El país vecino ha sido poco cauto en sus movimientos, los cuales han sido fácil de predecir por parte de la inteligencia militar chilena.
Por su parte, el Ejército, Fuerza Aérea y Armada, han actuado en forma meticulosa y sus movimientos sido altamente estratégicos. Lo único que si es públicamente conocido, es que los militares chilenos se encuentran acuartelados en grado 1, lo que significa estar listos para la guerra.
Desde hace varias semanas se vienen escuchando los “rumores” de que las FF.AA. de Chile están movilizadas, incluso familiares de soldados del Ejército y la Fuerza Aérea reclaman en las redes sociales que sus parientes están sin vacaciones, acuartelados y poco saben de ellos. Pero el férreo control comunicacional al tema, impuesto por la Cancillería, hace que aumente la especulación. Más aún, las instrucciones del Edificio Carrera –verbales– han sido no informar nada referido a la adquisición de equipamiento militar, aunque sea para reponer material obsoleto, pues genera la inmediata reacción de Perú.
El Ejército –siguiendo la línea oficial impuesta por la Cancillería– ha evitado hablar del tema, al igual que las demás ramas de la Defensa. Sólo el ministro del Interior confirmó que se está implementando un plan que contempla el reforzamiento de las fuerzas policiales en Arica con el fin de “proteger a la población peruana y mantener el orden público ante eventuales manifestaciones”.
¿Pero qué hará la Armada, la principal fuerza involucrada en este caso, dado que será por mar por donde podrían generarse los roces tras conocerse el fallo? La institución ha guardado hermético silencio y poco y nada se sabe al respecto. Todo indica que los marinos también fueron “movilizados”. Es decir, se les suspendieron las vacaciones en enero, los cambios de unidades y destinos y todos se mantienen en sus puestos hasta nuevo aviso. Las dotaciones –tropa– que están en los puertos del norte, siguen allí y se reforzaron con el traslado de personas y naves desde el sur del país.
¿Qué pasará con la Escuadra –la formación de los buques y submarinos– que está anclada en Valparaíso? Lo más probable es que en estos días zarpe rumbo al norte.
La mayor responsabilidad de control efectivo de la soberanía nacional la tendrá la Marina y no debe extrañar que la Escuadra con sus fragatas se despliegue en la zona en cuestión, tal como lo está haciendo la Marina del Perú.
Lo cierto es que ninguna autoridad de Defensa quiere referirse al tema. Más aún, ha sido la Cancillería la que generó las directrices que marginan el aspecto militar de toda la información que se pudiera vincular con un escalamiento del conflicto con Perú.
Pero la gran pregunta es qué hará el Estado Mayor Conjunto, ¿están totalmente coordinados o cada fuerza actuará con sus planes propios? Se supone que el Comando Conjunto Norte debiera coordinar los planes para accionar, lo que se puede resumir en mantener control y vigilancia en la frontera y que ésta no sea vulnerada por vuelos o incursiones foráneas, como ocurrió con el sobrevuelo del helicóptero peruano que traspasó la frontera y que se negó por todos los canales.
Desde la perspectiva política, solo se conoce que la reunión del COSENA se realizó bajo hermetismo y se conoce únicamente el comunicado muy mal leído, débil y vergonzoso del Ministro del Interior chileno, Andrés Chadwick. Su lectura generó un ambiente de incertidumbre en Chile y otro ambiente de risa y burlas, en Perú.