El cantante canadiense Justin Bieber, arrestado en Miami por conducir bajo la influencia de sustancias tóxicas y a velocidad excesiva en una carrera ilegal, fue puesto en libertad, tras pagar una fianza de 2.500 dólares.

El lugar se convirtió en un auténtico hervidero de helicópteros, reporteros y cientos de particulares que acudían a apoyar o a burlarse del cantante canadiense. Algunos clamaban por su liberación al grito de «¡Liberad Bieber! ¡Liberad a Bieber! ¡Bieber, te quierooo! ¡Liberad a Bieber, por favoor!» Otros, en cambio, pretendían sacar la moraleja del asunto y criticaron que Justin se tomase todo esto casi como un acto promocional más. Hasta el punto de sentarse, con un aire orgulloso, en el techo de la furgoneta en la que viajaba.

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Al menos tiene el apoyo de los suyos, su padre lo esperaba a la salida del centro en el que estaba detenido. ¿Cuáles serán las futuras consecuencias legales de sus acciones?, ¿qué efecto tendrá este escándalo en sus fans?. De momento, parece que a los más acérrimos «believers» no les importa gran cosa que su ídolo esté conviertiendose en una pieza de cuidado.

En las imágenes difundidas por los canales locales de televisión, se observa varios vehículos de color negro, en un de los cuales viaja el ídolo juvenil del pop, en una autopista de Miami congestionada por el tráfico. Al parecer se dirigen a un aeropuerto de la ciudad, probablemente al de Opa-Locka.

Un juez de Miami fijó una fianza de 2.500 dólares al cantante de 19 años. Bieber compareció ante el juez mediante una videoconferencia desde el centro correccional Turner Guilford Knight, en el condado de Miami-Dade, donde estuvo detenido.

Bieber fue imputado de conducción bajo la influencia de sustancias tóxicas, alcohol y marihuana (DIU, como se conoce en EE.UU.), resistencia a la autoridad sin violencia y conducción con un carné que había expirado,

Al otro joven detenido, el cantante de R&B Kahlil Amir Sharieff, el magistrado le impuso una fianza de mil dólares por conducir bajo la influencia del alcohol.

Bieber admitió a la Policía que había fumado marihuana, bebido unas cervezas e ingerido unas pastilla antes de ser detenido por supuestamente participar en una “carrera de aceleración”.

Al parecer, amigos del cantante cerraron una de las calles con otros vehículos para que Justin y Amir pudieran competir, pero los residentes en la avenida Trine Pine Drive alertaron a la policía.

Bieber, que saltó a la fama con la imagen de niño ejemplar, sigue sumando problemas tan solo unos días después de que agentes de la Policía de Los Ángeles registraran su domicilio para investigar si estuvo implicado en unos actos de vandalismo sucedidos en su barrio.