Una investigación interna lanzada por la administración del establecimiento a raíz de lo ocurrido no proporcionó pistas sobre las posibles causas del fallecimiento masivo.

Los empleados del zoológico detectaron que los animales se comportaban de forma extraña poco después de la apertura del lugar la mañana de este jueves. Aunque los veterinarios chequearon a los especímenes, todos ellos fallecieron en el lapso de una hora.

El personal sigue investigando los componentes mecánicos del tanque de agua en el que habitaban los animales y baraja la posibilidad de realizar pruebas toxicológicas. Sin embargo, ya concluyeron que la temperatura del agua, su calidad, así como el nivel de oxígeno e hidrógeno estaban en «condiciones óptimas«, detalla Tampa Bay Times, citando un comunicado al respecto.

Por ahora se prevé que la división donde permanecían mantarrayas esté cerrada al menos ocho semanas, mientras dure la indagación.

La exposición, inaugurada en 2001, acaparó la atención de los visitantes, ya que ellos tenían la oportunidad de interactuar directamente con las criaturas. Así, podían adquirir gambas y observar cómo los animales las tomaban de sus manos.