La izquierda viene hace años armando una estrategia en escalada, que busca ir de a poco infiltrando sus ideologías en la agenda pública diaria; en los medios de comunicación y potenciando los grupos de presión por sobre la política formal de los partidos.

Los partidos políticos deben mantener equilibrios y garantizar el respeto a la institucionalidad para poder llegar al poder, no obstante, estos grupos de presión ideológicos que usan la política simbólica, jamás necesitarán protocolos ni institucionalidad.

Hoy, el mundo ha visto como este famoso e infame “Grupo de SAO PAULO”, liderados por el tirano venezolano de orígen colombiano, Nicolás Maduro, han atacado nuestro país de la forma mas brutal y destructiva como nunca antes nuestra república ha visto.

Para qué hablar de patria, respeto, bandera, escudo, tradición, tolerancia y dignidad…… No cabe duda alguna de que la izquierda radicalizada tiene cero interés en esos valores. Ellos hablan de democrácia, pero son los primeros en buscar censura y callar a quienes piensan distinto…..Ellos, los comunistas y socialistas, son los primeros en lanzar proyectos de ley que sancionen a quienes son partidarios de la obra del gobierno militar, obligando a la gente a santificar a sus mártires, quienes coincidentemente, ninguno fue terrorista y ninguno cargó un arma y ninguno atentó contra la libertad y la democrácia chilena.

No se trata de defender un gobierno u otro, ya que todos cometen errores. Lo que busco demostrar es el doble estándar de la izquierda radical que busca utilizar la democrácia, buscando hacerla propia, para después destruirla.

Hoy, el país está en riesgo……Ellos quieren una carta blanca, una hoja de ruta constitucional que no tiene nada trazado y cero propuesta. Nadie ha visto qué quieren ellos en vez de la actual Constitución, sin embargo, están todos idiotizados pretendiendo destruir una carta fundamental que ya no tiene relación alguna con el gobierno militar, ya que ha sido modificada a un sistema democrático pleno, que busca los equilibrios y los acuerdos, precísamente esos acuerdos a los que ellos buscan pasar por encima para poder modificar lo que sea tan solo con una simple mayoría.

Chile debe rechazar y es el deber de todo chileno digno, defender nuestro país.

Rodrigo Eitel