Cinco gestos del Papa Francisco, quien ha sido elegido como la «persona del año»
La revista «Time» ha elegido al Santo Padre porque «muy pocas veces un nuevo jugador en la escena mundial ha capturado tanta atención tan rápidamente»
Siguiendo las huellas de la revista «Forbes», que le había considerado la cuarta persona más influyente del planeta, el semanario «Time» ha elegido al Papa Francisco «Persona del Año 2013». El Pontífice, que llegó a la sede de Pedro el pasado mes de marzo, no nos ha dejado desde entonces de sorprender.
Pide oraciones en el balcón. Su primer gesto sorprendente tuvo lugar cuando se asomó por primera vez al balcón de la plaza de San Pedro. En lugar de limitarse a un saludo y una bendición, pidió a los fieles que rezasen por él en silencio y se inclinó humildemente para recibir su oración. Más adelante, visitando una parroquia romana, el Papa se inclinó para recibir la bendición de los niños que habían recibido la primera comunión.
Lava los pies a una reclusa musulmana. El anticuado protocolo de toma de posesión como obispo de la diócesis impedía que el nuevo Papa celebrase la misa del Jueves Santo en su catedral, la basílica de San Juan de Letrán. Francisco lo resolvió yendo a celebrarla a la cárcel de menores de Roma, donde trató a todos los presos que quisieron en pie de igualdad. Así lavó los pies a doce reclusos, incluida una muchacha musulmana.
Viaja inesperadamente a Lampedusa. Conmovido por la muerte de un grupo de inmigrantes clandestinos a los que nadie socorrió cuando se aferraron a los flotadores de un vivero de atún, el Papa viajó a la isla de Lampedusa para celebrar una misa por todas las víctimas y reunirse con quienes ayudan a los refugiados. Ordenó que no hubiese “obispos ni políticos”. Vinieron después, empezando por el presidente europeo, Barroso, cuando se produjo una tragedia mayor.
Un coche familiar en Río de Janeiro. Antes de salir hacia la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro, Francisco visitó el garaje del Vaticano y se dio cuenta de que el “papamóvil” blindado le aislaba de la gente. Ordenó llevar sólo el “Jeep” descubierto y pidió utilizar en Río algún automóvil familiar sencillo, sin blindaje. Así acabó en un Fiat Idea, atrapado en un embotellamiento carioca cuando se dirigía del aeropuerto al acto de bienvenida.
El abrazo al hombre desfigurado. En las audiencias generales de los miércoles el Papa dedica sólo media hora a los discursos frente a hora y media a los saludos personales. Por privacidad, el Vaticano no distribuye imágenes de los saludos a los enfermos, la parte más emocionante de esos encuentros. Pero un fotógrafo logró captar imágenes de su abrazo a un enfermo notablemente desfigurado por una rara enfermedad. Era un gesto del Evangelio.