Una desagradable recepción tuvo la mandataria socialista Michelle Bachelet, en su última Parada Militar como gobernante. La Jefa del Estado recibió pifias y algunos gritos que la llamaban “asesina”.

A pesar de haber repartido casi el 90% de las entradas a la Parada Militar entre sus propios adherentes y funcionarios de gobierno,para evitar “pifiadera”, no pudo la mandataria librarse del espontáneo sentir de muchos chilenos, quienes junto con repudiarla, no aceptan todos los cambios valóricos y el daño económico y político que deja su saliente gobierno al país.

Bachelet por su parte valoró la perfección de la Parada Militar y no se refirió a la seguidilla de críticas ciudadanas que ha recibido en este mes de la Patria.

Como si faltaran cosas por inventar, su mandato ha inventado la   campaña del “mes de la matria y de la patria”, como una “nueva forma” de buscar “igualdad de género, generando risas y burlas en las redes sociales a lo que ya suena como exageración y son signos de un gobierno saliente que ya no sabe qué hacer para superar el 30% de apoyo ciudadano.