Almirante Jorge Arancibia Reyes
Señor Director
Frente a un mensaje destinado a incentivar una reflexión profunda sobre la necesidad de hacer un esfuerzo para reforzar la amistad cívica y la cohesión social, formulado por los ex Comandantes en Jefe y Directores Generales de Carabineros, con respecto al trato discriminatorio e injusto que se ha aplicado
a aquellos miembros de las FFAA, que tuvieron que enfrentar el quiebre institucional generado por la incapacidad política previa al 11 de septiembre del año 1973, la Ministra Narváez se apuró en responder con la clásica frase de que “La democracia no se lesiona cuando actúa la justicia”.
Ministra, sÍ se lesiona la democracias cuando la justicia se basa en ficciones jurídicas, cuando a los militares se les juzga con un sistema distinto al del resto de los chilenos, cuando no se observan las normas del debido proceso como la prescripción de la acción penal o la cosa juzgada, sobre la base de su inaplicabilidad por constituir delitos de Lesa Humanidad, delitos que en nuestro país fueron legislados el año 2009 y, específicamente, sin efecto retroactivo.
Tampoco se refuerza la democracia ni la justicia Señora Ministra, cuando vemos con incredulidad como se arrastra a un penal a un anciano que no sabe donde está parado, sin darle tiempo para vestirse y en horas de la noche. Este acto ya no es justicia, ni siquiera venganza Señora Ministra, es brutalidad deshumanizada y por eso, habríamos esperado una respuesta más reflexiva y que apuntara a los propósitos perseguidos, que para usted debieran constituir Objetivos de Estado.
Jorge Arancibia Reyes