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Ante el ataque químico que ha dejado 80 muertos en Siria, el presidente norteamericano Donald Trump, decidió atacar desde sus buques de guerra instalados en el mediterraneo, a una base militar en Siria, desde donde se presume se inició el ataque químico.

Tensión mundial se ha generado ya que no se hizo partícipe ni a  Naciones Unidas ni a la OTAN, siendo EE.UU.  el único atacante unilateral.   La base militar contaba con la presencia de oficiales rusos, quienes murieron en el ataque, lo cual mantiene la situación en un estado muy difícil,  ya que aún no se sabe la reacción que tendrá el presidente Putin ante esta eventual agresión norteamericana.

Un totak de 60 misiles crucero fue el ataque norteamericano en respuesta  al uso de armas químicas por parte del Gobierno de Bachar Al Asad.

“Las fuerzas rusas fueron notificadas con antelación a través de las líneas de comunicación establecidas”, apuntó en un comunicado el portavoz del Pentágono, Jeff Davis, quien añadió además que los lanzamientos fueron específicamente orientados para evitar “la muerte de civiles y en cumplimento de la Ley de Conflicto Armado”.

“Las planeadores militares estadounidenses tomaron precauciones para minimizar el riesgo para el personal ruso y sirio situado en la base aérea”, indicó Davis.