El presidente ecuatoriano Rafael Correa, pidió este lunes a América Latina responder con un discurso “frontal” a las medidas antimigratorias del estadounidense Donald Trump.

Hay que tener “una postura regional, de defensa a la principal movilidad, que es la movilidad humana, la defensa de los derechos humanos, recordándole a los Estados Unidosque ellos han sido un país de migrantes”, dijo Correa en entrevista para una radio española.

El mandatario, en el marco de una gira internacional que será una de las últimas antes de entregar el poder en mayo, reconoció que “todavía falta un discurso consolidado y frontal para responder a las políticas” de Trump.

“Es impresionante lo que está pasando, se vienen tiempos duros“, dijo el presidente socialista, en referencia a las medidas anunciadas por Trump desde su llegada a la Casa Blanca hace diez días, entre ellas la suspensión temporal del ingreso de refugiados de varios países musulmanes o la construcción de un muro fronterizo con México para frenar la llegada de indocumentados.

Pero destacó que “también hay oportunidades”, como lo demuestran las manifestaciones contra los decretos de Trump en Estados Unidos, que “no se habían visto desde la guerra de Vietnam o la lucha por los derechos civiles”.

Con respecto al enfrentamiento que mantuvo durante su mandato con un sector de la prensa y que le ha valido críticas de organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Correa dijo que en retrospectiva no cambiaría nada.

Actuaría “igualito, corrigiendo algunos errores y tal vez con mayor firmeza”, afirmó.

“Ellos se quejan del acoso político ¿Dónde nos quejamos del acoso mediático, de las mentiras que publican, de la manipulación? ¿Dónde nos quejamos los políticos honestos frente al acoso de una prensa deshonesta?” se preguntó.

“El periodismo serio es vital para una democracia pero el mal periodismo es mortal para esa misma democracia”.

Luego de cumplir con una agenda principalmente cultural el fin de semana en Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas, Correa se entrevistó en la mañana del lunes con el rey Felipe VI y en la tarde debía hacerlo con el presidente del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy.