Régimen Sirio ataca con armas químicas a opositores
Cuerpos -en su mayoría de mujeres y niños, y que no presentan daños físicos visibles- con las pupilas dilatadas, extremidades frías y espuma en la boca, y a médicos tratando a los afectados en clínicas improvisadas y en condiciones deplorables, son el resultado de la ofensiva del régimen Sirio contra eventuales “opositores” ( teniendo en cuenta la muerte de niños y mujeres ).
“La catástrofe es enorme, hay niños y mujeres muertos. Yo mismo he sostenido 50 cadáveres de niños con mis manos”, dijo en anonimato uno de los doctores, que ha debido lidiar con la escasez de oxígeno y del fármaco atropina para superar estas emergencias.
Dichos síntomas, que serían propios de gas nervioso, incluso, son -en forma desesperada- “combatidos” con botellas de agua y “manguereos” por parte de quienes sobrevivieron al brutal ataque, que ha sido negado por autoridades del régimen de Al-Assad.
Se espera que, conforme transcurran las horas, los heridos más críticos engrosen la cifra de víctimas, sobre todo, por los cercos militares que impiden la llegada de ayuda.
Grupos opositores sirios cifraron en poco menos de 1.300 los fallecidos: 300 en Hamouriyeh; 78 en Irbin; 67 en Seqba; 140 en Kfar Batna; 50 en Moadamiyeh; 400 en Zamalka, y 150 en Duma.
La ofensiva denunciada por los contrarios al régimen coincidió con la presencia de un equipo de expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para investigar el uso de armamento químico en este conflicto que desde 2011 ha cobrado la vida de más de 100 mil personas.