Pizzi logró callar a quienes lo criticaron desde un principio
El nuevo entrenador chileno, Juan Antonio Pizzi, logró callar las voces de quienes lo criticaron desde que se hizo cargo de la seleeción nacional, a solo días del comienzo de la Copa América Centenario.
El entrenador mantuvo la humildad, rectitud y su elegante estilo, con el que hizo gala, al momento de celebrar el triunfo nacional.
Pizzi, supo ganarse el respeto de quienes no creían en él ni en su proyecto, de aquellos que pensaban que tras la polémica salida de Jorge Sampaoli ya nadie le sacaría rendimiento a esta generación dorada de futbolistas, reconoce diario La Tercera en Santiago, para el cual las dudas “se acabaron tras el histórico 7-0 a México, en los cuartos de final del certamen”.
El Mercurio destaca al técnico dentro de ‘lo bueno’ que tuvo Chile en la Copa porque evidenció que al campeón de América aún se le podía sacar más partido, que sin dejar su esencia ofensiva podía manejar otras variantes que le permitieran ser un equipo más completo, y porque no se equivocó a la hora de elegir a alternantes como José Fuenzalida, Pablo Hernández o Edson Puch.
A sus 48 años, Pizzi le dobló la mano al escepticismo inicial del plantel, de la prensa y de los hinchas en cuanto a su método más relajado que el de Sampaoli, admitió radio Cooperativa, que recordó que el hispano-argentino fue escogido como “una opción de segunda línea” luego de que entrenadores como Marcelo Bielsa, Eduardo Berizzo y Manuel Pellegrini descartaron ofertas de la Asociación Nacional de Fútbol .
Ahora se resalta “su estilo europeo”, adquirido durante muchos años en el Barcelona, al que llegó en 1997 tras ser goleador con el Tenerife. En Cataluña compartió camerino con dos jugadores que hoy son considerados entre los mejores entrenadores del mundo: Luis Enrique y Josep Guardiola.