Chile y Holanda celebraron sin Bachelet (ausente por caso Caval), los 400 años del Cabo de Hornos
“No es el fin, sino que el principio del mundo para avanzar en la paz y el desarrollo y construir la visión de lo que es y queremos en nuestro país”. José Antonio Gómez, ministro de Defensa, graficó así la importancia de llegar al Cabo de Hornos para encabezar la ceremonia en la que se recordaron los 400 años del descubrimiento del peñón medio del océano Pacífico y Atlántico.
A 700 kilómetros al sur de Punta Arenas, Gómez, junto al comandante en Jefe de la Armada, almirante Enrique Larrañaga; la embajadora de Países Bajos en Chile, Marion Kappeyne van de Coppello, e invitados y autoridades regionales conmemoraron la hazaña de los holandeses Willem Schouten y Jacob Le Maire el 29 de enero de 1616.
A las 6 de la mañana, el transporte Aquiles junto a otros tres buques de la Armada llegaron a la isla con los invitados. Otros siete yates también llegaron a la zona, caracterizada por el intenso oleaje que se produce por el choque de ambos océanos.
Tras la musicalización de un breve texto del diario de los marinos holandeses que descubrieron la isla y la entrega de dos placas alusivas a los 400 años, el ministro Gómez destacó la gesta histórica y aseguró que el Cabo de Hornos encierra nuevas oportunidades para el país y el planeta. Larrañaga, en tanto, relevó el rol de la Armada en el apoyo logístico permanente a los científicos y el resguardo de la soberanía y la seguridad de la navegación en este paso.
Para el sargento 2º José Alejandro Aguayo, quien junto a su esposa y sus dos hijos vive en la isla desde el 27 de noviembre del año pasado, ayer fue un día inolvidable. “Estoy las 24 horas con mis hijos, eso es impagable y estamos orgullosos de vivir acá justo cuando se conmemoran los 400 años del descubrimiento de Cabo de Hornos. Eso nos emociona como familia”, manifestó.
Finalizada la ceremonia, las autoridades lanzaron al mar una ofrenda floral en memoria de todos los navegantes que perecieron por las inclemencias de los mares australes.
fuente El Mercurio