El mundo albo obtiene su estrella número 31, tras haber sido suspendido el partido  y ser coronado campeón, sin jugar, sin vuelta olímpica y sin celebración junto a sus hinchas. Así de raro. Colo Colo es el nuevo monarca del fútbol chileno, pero con un inesperado y bochornoso final.
Tras la derrota de Universidad Católica en La Florida ante Audax Italiano y a pesar de no jugar su duelo ante Wanderers es consagrado como el campeón del Torneo Apertura, alcanzando su estrella 31.

Y fueron los propios hinchas del Cacique quienes ensuciaron lo que pudo haber sido una fiesta para la escuadra de José Luis Sierra. Los serios incidentes ocurridos antes de que se iniciara el duelo entre albos y caturros en el Bicentenario Elías Figueroa no le permitió a Colo Colo dar la vuelta olímpica en cancha.

La violencia en los estadios ha llegado a un nivel incontrolable, donde la autoridad no es respetada y los hinchas se transforman en verdaderos delincuentes que enfrentan batallas sin control y sin sentido con la hinchada rival.  Autos destruidos, personas heridas, daños a la propiedad privada, robos, peleas y todo acto de delincuencia, fue lo expuesto hoy, tras el suspendido partido de Colo-Colo.