Este viernes expiraba el plazo para que los alcaldes y concejales que quisieran competir de manera independiente en las próximas elecciones municipales de octubre de 2016, renunciaran a sus militancias en virtud de la llamada “Ley Antidíscolos” que, precisamente, marcaba el 23 de octubre como plazo final para realizar este trámite ante el Servicio Electoral (Servel).

Este fue el caso de los alcaldes de Rancagua y Ñuñoa, Eduardo Soto y Andrés Zarhi, quienes concretaron el descuelgue de sus correspondientes tiendas políticas, y presentarse como independientes para continuar con sus mandatos en el sillón alcaldicio.

El regidor de la capital de la Región de O’Higgins –quien está a la cabeza del municipio desde 2008-, dejó su militancia en la UDI aduciendo que el partido “está en una etapa terminal” y desenfocado de la realidad, lo que se expresaría en la defensa que siguen haciendo del sistema binominal, señaló Soto en el diario La Segunda.