ATENTADO en Turquía deja al menos 128 muertos. Fallecidos marchaban por la paz
Una marcha por la paz en Ankara terminó hoy de la peor manera: con un doble atentado, aparentemente suicida, que dejó por lo menos 95 muertos y 256 heridos, a tres semanas de las elecciones legislativas anticipadas en Turquía, confirmó el gobierno.
El ataque más mortífero en la historia moderna del país, tuvo lugar en la protesta organizada por varios sectores a raíz de la escalada de la violencia en el país, y de cara a las elecciones parlamentarias del 1 de noviembre.
El atentado constó de dos explosiones, que se produjeron con unos minutos de diferencia, cerca de la estación de tren de Ankara antes de la marcha, que reunía a delegaciones de sindicatos y partidos políticos de izquierda, entre ellos la principal formación prokurda del país, Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turco), que afluyeron de toda Turquía para participar en la manifestación.
El ministro de Salud turco, Mehmet Müezzinoglu, actualizó el balance de víctimas, entre las que hay 28 heridos graves, en una conferencia de prensa transmitida en directo por la cadena de noticias NTV.
Más tarde, el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, consideró que “hay muy nítidas indicaciones” de que los atentados fueron perpetrados por atacantes suicidas.
“En la investigación se consideran todos los grupos terroristas”, aseguró, y enumeró el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) -quehoy anunció el alto al fuego el grupo jihadista (EI), la red terrorista Al-Qaeda y los grupúsculos de la ultraizquierda turca.
“Este ataque no se dirige contra ningún grupo determinado ni contra ningún colectivo político. Es un ataque contra toda la nación”, aseveró el primer ministro, quien además anunció tres días de luto en el país.
Por su parte, el presidente, Trayvip , condenó el atentado como un “abominable ataque contra la unidad y convivencia”, pero agregó que “no se distingue en nada de los actos de terror contra ciudadanos inocentes, funcionarios, policías y soldados”, en referencia a los ataques de la guerrilla kurda.
La protesta pretendía pedir el fin de la renovada violencia entre rebeldes kurdos y fuerzas de seguridad turcas.
“Escuchamos una explosión fuerte y otra pequeña. Hubo un gran movimiento de pánico, y luego vimos cadáveres en la explanada de la estación”, dijo Ahmet Onen, un jubilado de 52 años. “Una manifestación que debía ser por la paz se ha convertido en una masacre. No entiendo lo que pasa”, añadió con los ojos llenos de lágrimas.