Escuchar a Mozart puede prevenir los ataques epilépticos
Durante años se ha comprobado los beneficios para el cerebro de escuchar música clásica. Una nueva investigación acaba de concluir que además de todos esos beneficios, la música clásica, y en particular la música de Mozart, puede ayudar a prevenir un ataque en una persona epiléptica.
La música en nuestro cerebro
Los efectos de la música en el cerebro son estudiados por la neurociencia desde hace relativamente poco tiempo. Desde los orígenes de la humanidad se sabe que la música altera nuestro estado de ánimo, y no al escucharla, sino también en su propia ejecución. Pero lo cierto es que los mecanismos cognitivos y físico-quimicos que explican ese fenómeno recién ahora comienzan a ser conocidos para la ciencia.
La música, especialmente la clásica, «mejora la actividad de los genes implicados en la secreción y el de la dopamina, la función de sinapsis, el aprendizaje y la memoria».
«la actividad cerebral presenta significativos, especialmente en las regiones superiores del cerebro y en los centros de inhibición del mismo (…) algo muy similar a lo que ocurre cuando estamos soñando».
Es , entonces, que la música modifica la forma en que funciona nuestro cerebro, tanto cuando la escuchamos como cuando la practicamos. En otras palabras, hoy sabemos que la música ejercita el funcionamiento del cerebro, genera sensaciones placenteras (gracias a la secreción de dopamina) y estimula los razonamientos más creativos y menos inhibidos.
El jazz, Mozart y los ataques epilépticos
Como comenté al principio, una nueva investigación estudió la relación entre la música y las posibilidades de padecer un ataque en una persona con epilepsia. Para ello, los investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, estudiaron a 21 personas (6 pacientes con epilepsia, 5 pacientes que sufrían convulsiones sin ser epilépticos y 9 participantes de control) durante más de un año y medio, entre septiembre de 2012 y mayo de 2014.
Luego de monitorear y analizar la actividad cerebral antes, durante y después de escuchar diferentes géneros de música, los investigadores observaron que tanto luego de escuchar a Mozart (clásica) como a Coltrane (jazz) los participantes con epilepsia tenían menos probabilidades de sufrir un ataque o episodio de convulsiones. Según Christine Charyton, la líder de la investigación, esto se puede deber al hecho de que con la música clásica y con el jazz, en los pacientes epilépticos, ocurre una singular sincronización que alivia el estrés y previene los ataques.
La investigación fue presentada en la 123º convención anual de la Asociación Americana de Psicología, pero aún no fue publicada en una revista científica. La investigadora sugiere que si bien estos son resultados prometedores, aún hace falta mucha investigación sobre cuáles son los principales detonantes y formas de prevenir las convulsiones epilépticas.
La música tiene diferentes efectos, y en numerosas investigaciones se han encontrado importantes beneficios para el cerebro. Ahora, gracias a esta investigación, se profundiza en el conocimiento sobre el uso clínico de la música para tratar diferentes afecciones.