Flores mutantes aparecen en Fukushima
Cuatro años después del desastre de Fukushima, las posibles consecuencias de aquel desastre natural podrían seguir apareciendo. Un tuitero nipón – @San _kaido, colgaba en su cuenta de Twitter una serie de fotografías de margaritas deformadas o mutantes. Las imágenes fueron colgadas por este usario en las últimas semanas, y se producen en la ciudad de Nasushiobara que se encuentra a 110 kilómetros de la planta nuclear, según informa la web científica Sciencealert.com.
Las imágenes recogidas podrían sugerir que estas deformidades tendrían causa en la radiación filtrada de las tres centrales nucleares, que resultaron gravemente dañadas durante el brutal tsunami de 2011, reseñó el diario ABC de España.
No son las únicas deformidades que han aparecido en esta zona, ya el año pasado un estudio reveló que la población local de maripososas había experimentado una reducción de su tamaño, un crecimiento más lento, una alta mortalidad y un anormalidades morfológicas tras el desastre.
Algunos estudios, sin embargo, apuntan a que este tipo de deformidades pueden tener causas naturales, y no estar relacionados con la radiación. Por ejemplo, un estudio de un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Agrobiológicas japonés y del Centro de Biorecursos de RIKEN, publicado en “The Journal of Experimental Botany” en 2009 determinó que la influencia de la radiaciónen plantas silvestres es extremadamente improbable.
Sin causas claras
De todos modos, los científicos no parecen tener muy claro el origen de la mutación que puede tener causas genéticas, hormonales, bacterianas, en algún hongo, virus o por causas relacionadas con el medio ambiente que le rodea. Tampoco se sabe a ciencia cierta si en todos los casos el origen sería el mismo. Una teoría ha apuntado que podría tratarse de un desequilibrio hormonal que podría venir de una mutación aleatoria en el tallo o ser inducida, como hemos mencionado, por bacterias, virus, insectos… También se contempla que la radiación pueda tener algo que ver. Quizás, el extraño caso de las margaritas mutantes de Fukushima requiera de todo un Sherlock Holmes para su resolución.