El 62,8% de los brasileños apoya la salida de la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Lo que justificaría estos resultados son las irregularidades detectadas por el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) en las cuentas del gobierno en 2014. Este motivo fue mencionado por el 26,8% de los electores.

En segundo lugar, con el 25% de las menciones, figura el escándalo de corrupción en el ente estatal Petrobras, del cual Rousseff fue presidenta del Consejo de Administración durante buena parte del periodo en el que se produjeron los millonarios desvíos de fondos.

En tanto, el 14,2% de los que aprueban su destitución exponen como razón la eventual comprobación de que su campaña política recibió recursos de la petrolera, tal como afirmaron empresarios relacionados con los fraudes que se encuentran presos y colaboran con las investigaciones.

Tanto los dictámenes del TCU como del Tribunal Supremo Electoral (TSE) podrían llegar a derivar en la salida de la presidenta.

Respecto a la aprobación de su gobierno, sólo el 7,7% de los encuestados lo catalogaron como “bueno u óptimo”, mientras que el 70,9% lo consideraron “malo o pésimo”.

De esta forma, el socialismo de Larinoamérica comienza su despedida, ya que al parecer en Argentina, la oposición liderada por Macri, será electa tras la pronta salida de Cristina Fernández.