Durante la entrevista en el especial de prensa de canal 13, conducido por Mario Kreutzberger, la mandataria anunció sorpresivamente tanto al entrevistador como al país,  que hace unas horas había pedido la renuncia a todos sus ministros y que se tomará 72 horas para decidir los nombres de quienes saldrán del gabinete y quienes permanecerán en sus cargos.

Este fue el tercer y último capitulo del especial de prensa de canal 13, llamado “Qué le pasa a Chile”. El espacio ha sido conducido por Mario Kreutzberger y contó como entrevistados, a los gobernantes de Chile desde el año 2000 en  adelante. El lunes, Don Francisco recibió  al Presidente Ricárdo Lagos; el martes, al Presidente Piñera y hoy, para cerrar, entrevistó a Bachelet.

La entrevista de  Bachelet comienza con preguntas directas de Kreutzberger, donde la mandataria muestra un claro nerviosismo y poca consistencia en sus respuestas. Bachelet emplea elementos como “los chiquillos”,  (en relación a los eventuales beneficios de la reforma educacional ) intentando generar cercanía con los televidentes, apelando permanentemente a lo emotivo. Toda la  estrategia de simpatía se cae, cuando  Bachelet entrega como excusa sobre su reacción al “Caso Caval”, de que efectivamente se enteró por la prensa y que cuando ella se va de vacaciones, no le gusta estar en contacto con nada de lo que sucede en el exterior. Manifestó que a penas lee la prensa y que efectivamente se desconecta. Frente a esa respuesta, algo inaceptable para un Presidente, Kreutzberger le responde que eso no es lo que debería ser para un Presidente de la República. Se supone que un mandatario está al tanto de todo siempre y que a pesar de las vacaciones, debe tener contacto permanente con lo que sucede en el país. Bachelet le responde que solo cuando es necesario, los carabineros que la rodean, le informan una que otra cosa y que si habla con ministros. Don Francisco volvió a atacar, señalando que un Presidente debe estar siempre informado de todo. Bachelet, confusa, responde de que fue mal asesorada y que le dijeron de que “no se venga a Santiago, a pesar de que su instinto el decía que se venga”.

La entrevista fue muy débil, las respuestas de Bachelet fueron poco contundentes y evadió permanentemente hacer un mea culpa respecto de su baja aprobación, buscando explicar lo inexplicable y dando excusas muy poco creíbles. Todo este desconcierto y mal manejo de la mandataria, pasó a segundo plano, cuando decidió ( a fin de salvar la entrevista ) , forzar a Kreutzberger a llevar la entrevista por otro camino ( no planificado ), al anunciar que pidió la renuncia a sus ministros.  Don Frencisco mostró su asombro  y con éxito logró llevar la entrevista por el lado noticioso, comprendiendo que se estaba entregando una gran noticia al país, en una entrevista que inicialmente tenía como objetivo un análisis nacional, mas que un golpe de prensa.

Con un excelente nivel como entrevistador, Kreutzberger cerró la entrevista a Bachelet con este anuncio que se roba las portadas de todos los medios nacionales.