El diputado PPD, miembro de la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja, adelantó algunos lineamientos de las indicaciones –debatidas entre parlamentarios de la Nueva Mayoría y el Ministerio del Trabajo y Hacienda– que se presentarán hoy en el debate de la reforma laboral.

–¿Cómo analiza este último periodo de debate por las indicaciones al proyecto de ley?

–Hay muchos aspectos de la reforma que son muy positivos, y hemos visto una apertura del Gobierno de rescatar algunos puntos de conflicto que habían manifestado los propios trabajadores, en particular la CUT, de sacar de la reforma todo lo que fue considerado una “criminalización” de la actividad sindical. Fue acogido y se eliminará de la tramitación del proyecto.

–Eso guarda relación con la definición de “huelga pacífica” o la pérdida de fuero de los dirigentes sindicales, por sanciones a causa de violencia en las huelgas.

–Exactamente. También hay otros aspectos donde su podría haber avanzado un poco más y entiendo que hay parlamentarios de la Nueva Mayoría han mostrado un enfoque distinto al Ejecutivo, por ejemplo, lo que tiene que ver con una definición mucho más clara de los servicios mínimos.

–¿En qué sentido?

–Para el Gobierno siguen siendo servicios mínimos “universales”, mientras algunos diputados de la Nueva Mayoría vemos que deben ser “esenciales” (ligado exclusivamente a salud), mucho más apegado a lo que dice la OIT. No se puede dejar abierta cualquier interpretación de servicios mínimos, o que un Consejo o la Dirección del Trabajo o un experto establezca cuáles serán estos servicios. Ahí la verdad es que pese a los esfuerzos realizados no pudimos llegar al consenso esperado, pero claramente queda un espacio y el Ejecutivo tiene todo el tiempo de la tramitación para revisarlo. Es una facultad propia de ellos.

–¿Alguna otra materia?

–Esperábamos que en el piso mínimo de negociación se incluyera la reajustabilidad del IPC, pero el Gobierno ha asumido más bien la postura de buscar un acuerdo vinculante entre las partes. Nos parece algo bueno, pero lo que nosotros vemos es que nuestra propuesta era lo óptimo. También está el caso de una pequeña discriminación positiva en el mundo sindical en el caso de las mujeres, pero donde faltaba el fuero para las que fueran invitadas a la mesa negociadora. Ahora se incluiría este fuero de 60 días una vez terminada la negociación.

–Ha trascendido que no habrá espacio para la negociación ramal.

–Hubiésemos querido una mayor apertura en haber buscado la negociación por sector, quizás se vaya a debatir en torno a las indicaciones que se han firmado, pero no es la postura del Gobierno. Dicho esto, esperamos que sea la Cámara de Diputados la que establezca las bases de la reforma laboral, y que no sea en el Senado donde el Gobierno termine por ceder aspectos relevantes.

–¿Hay otras modificaciones que pueda comentar?

–Uno de los puntos más relevantes es que se adelantará la entrada en vigencia de la ley. Entiendo que el Gobierno va a ingresar el que la reforma entrará en vigencia en no más allá de 90 días una vez promulgada, contra los 12 meses que se habían establecido. Siendo así, el Gobierno tendrá que acelerar los procesos que esta reforma requiere, por ejemplo, el caso de la modernización de la Dirección del Trabajo.

–¿Ve que el Ejecutivo haya incluido aspectos planteados por la Oposición?

–Es mi preocupación, por el tema de los servicios mínimos, porque deberían quedar establecidos como “esenciales”. Correspondería que esto se aclare en la tramitación de la Cámara y no del Senado, porque claramente es un tema tan peleado y debatido entre los parlamentarios de la NM, que no sería correcto que terminará cediendo allá el Gobierno. Es un punto clave y el mundo sindical lo ve como un retroceso. Lo mismo lo vemos en el caso de los pactos de adaptabilidad.

–¿Se cumplirán los plazos planteados en su momento, de despachar la reforma del primer trámite antes del 21 de mayo?

–Tengo algunas diferencias en torno a esto. Espero que más que el 21 de mayo, que es un plazo político, se establezcan los plazos que correspondan para tener una nueva reforma. El Gobierno tiene que hacer su mayor esfuerzo en esta etapa.

Fuente // Estrategia