Sven Von Appen, empresario multimillonario chileno de origen alemán, después de un desayuno en Icare, grupo que reúne periódicamente a los empresarios de mayor influencia,  afirmó que “A los chilenos les ha crecido tanto el apetito, que no pueden parar. Eso producirá que engordarán y se pondrán más cómodos”. El hombre de negocios, sin mediar pregunta usó la palabra “hambrientos” para explicar que la sociedad se ha puesto más exigente.

Sven Von Appen es un magnate de la industria naviera, junto a su hermano Wolf Von Appen controlan un grupo empresarial con un patrimonio  aproximado de US$1000 millones. La compañía de carga marítima Ultramar es su negocio principal.

Pero los Von Appen están en otros rubros estratégicos como la energía. Sven participa  en el directorio  de la termoeléctrica Guacolda y del proyecto de la  mina de carbón en Isla Riesco que ha sido fuertemente resistida por los habitantes de la región de Magallanes. En efecto, Von Appen el año pasado criticó a los Tribunales de Justicia por los fallos en contra de proyectos energéticos. “Es ridículo que el Poder Judicial decida en temas técnicos”, dijo en esa oportunidad

Vinculado al ala más clásica de la Derecha política, la receta de Sven Von Appen “Para que el chileno llegue al nivel que corresponde y no se vuele”, como afirmó es “que gane la izquierda comunista”. De esta manera habría una crisis en el sistema financiero y así se conseguiría lo que a su juicio es la única solución. “Al chileno hay que calmarlo, porque todos tienen más apetito. Todos van a engordar y se pondrán más lentos”, remató.

Los Von Appen además de los negocios han conseguido instalarse en puntos estratégicos de influencia como el Centro de Estudios Públicos (CEP) donde Wolf Von Appen es parte del directorio. Y además participan en la Universidad Adolfo Ibáñez, una de las preferidas de la elite,  a través del Centro de Empresas Familiares Albert Von Appen, en honor a su padre.

Tras estos dichos “poco afortunados”, el empresario fue duramente criticado e insultado en redes sociales, generando reacciones inmediatas en diversos sectores trabajadores e incluso empresariales, quienes no compartieron sus palabras.