El gobernante peruano parece no tener interés alguno en la tragedia vivida en el norte de Chile y considera que debería ser mas importante para nosotros el darle explicaciones, antes de rescatar a nuestros damnificados.

El Jefe de Estado peruano, Ollanta Humala,  dijo este lunes que la respuesta de Chile a la segunda nota de protesta enviada por Perú sobre el presunto caso de espionaje a la Armada peruana “no puede sobrepasar de esta semana”.

El gobernante del perú Humala aseguró al canal estatal TV Perú, que la respuesta de Chile “tiene que salir rápidamente porque ya hace un buen tiempo que esperamos” una reacción a la nota diplomática enviada a Santiago el pasado 7 de marzo. “Creemos que el no responder también es una forma de respuesta”, señaló Humala tras inaugurar un centro de control y seguimiento a embarcaciones pesqueras.

El mandatario precisó que su gobierno seguirá “manteniendo una política firme de exigir disculpas a Chile”, sobre el presunto caso de espionaje por parte de tres suboficiales de la Armada peruana a favor de Chile. “El alto espionaje está probado. También existe el reconocimiento del jefe naval de Chile de que los actos se produjeron. Hay una confesión de parte”, dijo Humala.

El canciller de Perú, Gonzalo Gutiérrez, reconoció al portal en Internet del diario El Comercio, que él y Humala conocían la comunicación telefónica entre un jefe de inteligencia chileno y su par peruano Raúl Robles, y se mostró sorprendido por la filtración. “Nada de lo trascendido cambia nuestro punto de vista. Teníamos la plena certeza, y lo dije hace varias semanas, de que estos actos de espionaje han ocurrido y esa es la posición sólida del Perú”, añadió Gutiérrez. De acuerdo con las investigaciones preliminares, los tres suboficiales de la Armada peruana fueron captados entre 2006 y 2011 por presuntos militares chilenos, a los que entregaron información clasificada. Por ese motivo, el fuero militar abrió un proceso por los delitos de traición a la patria, infidencia y desobediencia al analista de información de inteligencia Alfredo Domínguez, al operador de comunicaciones Johnny Pilco y al técnico Alberto González, de la Marina de Guerra.

El gobernante del país vecino parece no tomar importancia al desastre vivido en el norte de nuestro país, ya que no ha enviado condolencias ni ofrecimiento de ayuda alguna. Sin embargo, como su emplazamiento le permitió subir 3 puntos en su pésima aprobación pública, el gobernante desea seguir con la intención de arrojar la prepotencia sobre Chile.