El indígena gobernante boliviano, continúa con su campaña de desprestigio internacional contra Chile, intentando poner a su país como víctima por haber perdido una guerra que ellos mismos iniciaron contra Chile. Siglos después, Morales exige partir Chile en dos y entregar una región completa para su país, sin entender que Chile jamás y bajo ninguna circunstancia, entregaría soberanía, menos a un país que ya comienza a ser públicamente, un Estado enemigo de Chile.

Al culminar este 2014, Evo Morales aseguró que “varios presidentes” expresaron su disposición para hacer gestiones en el diferendo marítimo con Chile y anunció que está abierto a una fórmula de mediación bajo el principio de una salida soberana al Pacífico. “Saludo, (si) cualquier organismo internacional quiere mediar, participar, resolver sin cambiar nuestra posición, que el pueblo boliviano ha decidido: se va volver al mar con soberanía, eso no se revisa. Si algún organismo internacional, o algunos presidentes, como también me expresaron varios presidentes: ‘nosotros podemos hacer gestiones’; ningún problema, abierto a las gestiones”, afirmó el jefe de Estado en una conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno.

El soñador y demagogo Morales aseguró que no variará la posición de una solución con salida soberana al Pacífico e insistió en que la solución del conflicto fortalecerá la integración. “El tema del mar no solamente es por una cuestión de orgullo de los bolivianos, sino que Bolivia, que es corazón de sudamérica vuelva al Océano Pacífico esa es la mejor forma de integración.

Quienes no lo quieren reconocer no son parte de la integración de nuestros pueblos ni de nuestras naciones”, sostuvo el gobernante. Bolivia presentó la demanda en la Corte Internacional en 2013 con el objeto de que se obligue a Chile a concederle una salida al mar, bajo el argumento de que a lo largo de la historia nuestro país ha realizado ofrecimientos de solución sin que aún se llegara a nada concreto. En abril de ese año fue presentada la memoria con los alegatos y en julio de 2014 el gobierno chileno objetó la competencia de la CIJ.

De este modo, Morales pretende que Chile sea “obligado” a entregar soberanía, situación que  ”off the record”,  altos oficiales militares señalan estar “listos para la acción” pero Chile no se toca.