Los proyectos que entregarán internet desde el cielo
Con globos, satélites y drones, Facebook y Google quieren conectar, en el plazo de dos años, a parte de los dos tercios de la población del planeta que no tienen acceso a la red.
Conectar a todo el mundo, aun en lugares donde contar con esta tecnología es solo un sueño, es el objetivo de las grandes compañías de internet para los años que vienen. Facebook y Google están explorando distintos proyectos que den acceso a la red a través de drones y globos, respectivamente.
“El futuro estará marcado por la movilidad y la accesibilidad a nivel global. Hoy, aún dos tercios de la población mundial no tienen acceso a internet. Proveerla en aquellas zonas remotas disminuirá la brecha digital”, opina José Antonio Sánchez, director de Tesacom, proveedor de soluciones satelitales.
Google Loon es el plan que tienen los ejecutivos de Mountain View para llevar, usando una flota de globos que se muevan con el viento, conexión de red a zonas remotas. El objetivo es crear un gran cinturón alrededor del globo que, en 2016, transmita señal de internet. Google envía 20 globos diarios al cielo que flotan a unos 12 kilómetros de la superficie.
“El Proyecto Loon está pensado para conectar a las personas que habitan zonas remotas o rurales, para llegar donde falta la cobertura y para que las personas puedan volver a tener internet después de una catástrofe”, explican desde Google.
Para cumplir con ese objetivo se asociaron a empresas de telecomunicaciones para compartir el espectro celular. De esta manera, las personas obtienen internet en sus teléfonos y otros dispositivos LTE habilitados.
“Tanto los globos como los drones llevan consigo equipos transmisores inalámbricos que proveen conectividad. En el caso de los globos, por su altura, dan la posibilidad a los usuarios de conectarse directamente. De esta forma se evitan las interferencias que producen los accidentes geográficos, la lluvia, etc.”, explica Werner Creixell, académico de Ingeniería Civil Telemática de la U. Técnica Federico Santa María.
La jugada de Facebook, en cambio, va un poco más lento. Recién se está conformando el laboratorio Connectivity, que reunirá a profesionales de la aeronáutica para diseñar drones propios a base de energía solar. El objetivo es el mismo que el de Google, pero en este caso se asegura gratuidad porque se busca conectar a poblaciones más vulnerables. Esto es parte del gran sueño de Mark Zuckerberg: que todos puedan acceder a la web de forma gratuita. Es por esto que creó la fundación Internet.org, con la que busca entregar dispositivos y conexión a sectores pobres de América y África, en una primera etapa.
Además de los drones, el equipo Connectivity está explorando distintas tecnologías, como los satélites y el láser.
“Desde hace mucho tiempo la tecnología satelital que proveemos permite acceder a comunicación de voz y datos, sin importar el momento o lugar. En el caso específico de los globos o drones, bastaría que uno de ellos estuviera dotado de una solución satelital para poder iluminar un área determinada”, señala Sánchez.
De acuerdo a la red social, entre el 80% y el 90% de la población mundial vive en zonas cubiertas por las redes 2G y 3G, generalmente en sectores urbanos y semiurbanos conectados. Pero para el resto de las personas no existe una infraestructura de red básica que les permita conectarse, porque su implementación es cara y ciertos sectores son inaccesibles. Facebook planea llevar internet a esos lugares a través de drones.
“En ningún caso esto va a cambiar la forma en que nos conectamos hoy a través de la fibra óptica o las antenas. Es una infraestructura que se va a complementar con la que ya existe”, cuenta Luciano Ahumada, director de la escuela de Informática y Telecomunicaciones de la Universidad Diego Portales.
La gran ventaja es que es un sistema más barato, menos engorroso y tendrá un resultado más rápido. “Esta especie de malla que formarán los globos es lo que permitirá transmitir la señal sin necesidad de cablear, con todo el costo y tiempo que eso implica”, agrega el académico.
Fuente: EconomíayNegocios.cl